TEGUCIGALPA, Honduras
La depuración de la Policía Nacional vuelve a quedar en entredicho tras la captura de seis oficiales en posesión de 50 kilos de cocaína, señaló el capitán en condición de retiro y abogado German Licona.
«La debilidad con la que actuó la comisión especial depuradora en los procesos de depuración y aún con la supuesta restructuración que hizo, no tuvo los resultados que tanto ansiaban», enfatizó.
Asimismo, indicó que es frecuente observar que miembros policiales de gran escala y agentes estén involucrados en asesinatos y vinculaciones al tráfico de droga.
«Consideramos que el papel de los depuradores no fue el más idóneo, le faltó suspicacia y analizar más. Encargaron ese trabajo a una comisión para que hiciera la labor de la secretaría de Seguridad, lo cual está mal hecho», dijo.
Aseguró que con esta detención, debe haber suspensión de cargos a altos funcionarios policiales, pues podrían estar involucrados en otros actos ilícitos.
«También se deben hacer suspensiones de jefes policiales regionales porque los oficiales no actúan solo, tiene que haber dentro de la escala. Hay más responsables y se deben poner a disposición de la justicia, no solo hay actores materiales, también hay intelectuales», destacó.
Los oficiales detenidos eran miembros activos de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) y fueron detenidos por el Ministerio Público en una operación realizada en Tocoa.
Los nombres de los policías detenidos corresponden a Adil Noel Morales Zelaya, Kevin Ariel Gonzáles, Rosell Obet Alfaro, Oscar Rolando Casco Banegas y Henry Antonio Murillo.
Cabe destacar que la fiscalía no reveló el sexto nombre del oficial involucrado.
La Dirección de Asuntos Disciplinarios Policiales (Didapol) emitió un comunicado sobre una investigación de oficio, a fin de sancionar a quienes participaron en el ilícito.
También solicitarán la suspensión de sus cargos en caso de ser encontrados culpables por un juez penal.
Los detenidos fueron custodiados por miembros de la Dirección de Lucha Contra el Narcotráfico (DLCN) y la Policía Militar durante el traslado hacia Tegucigalpa donde serán puestos antes los juzgados especializados en delincuencia organizada.
