TEGUCIGALPA, Honduras
Un frustrado préstamo, inconformidad con el engranaje electoral y un sentimiento de urgencia nacional llevaron a Salvador Nasralla a deponer su candidatura presidencial, reveló.
El hombre de la televisión expuso que no identificó garantías para su aspiración y decidió, priorizando el interés de las mayorías, unirse al partido Libertad y Refundación (Libre).
Listó como uno de los motivos el que no se haya tomado en cuenta a su entidad política, el Partido Salvador de Honduras (PSH), para un rol protagónico en las Juntas Receptoras de Votos (JRV), sino solo «mirones».
«Decliné a mi aspiración fundamentalmente porque fue un proceso ilegal en el que no nos permitieron representantes en las mesas electorales porque todo quedó en el control de tres partidos que podían ponerse de acuerdo en los resultados que más le conviniera”, describió.
Seguido, aseguró que no contaba con suficientes fondos para hacerle frente a las estrategias de la competencia a menos de dos meses de la justa electoral.
«No tengo dinero para poder equilibrar con campañas publicitarias las mentiras del Partido Nacional. Hice alianza con Libre como urgencia nacional para evitar que el país desaparezca», expresó.
«Necesitábamos varios millones de dólares para tener representantes en las mesas», agregó.
Ante la carencia de fondos, admitió que buscó un crédito -como había adelantado el asesor presidencial Marvin Ponce- pero le plantearon condiciones que no podía cumplir.
«Nosotros pedimos un préstamo y me dijeron que si queríamos uno, yo tenía que ser el aval personalmente y obviamente no lo voy a ser», dijo el líder político.
Precisó que buscó inicialmente 40 millones de lempiras, después redujo la pretensión a 25 pero de igual forma se les denegó la posibilidad.
Asimismo, indicó que los empresarios decidieron no apoyarle porque confían que el Partido Nacional, a través de Nasry Asfura, seguirá en el poder.
Aunque dijo que duda de ese escenario porque considera que la alianza se convirtió en una fuerza política demasiado grande que representa el 70 por ciento del electorado y puede evitar cualquier fraude.
Además, externó que confía en que su figura no será decorativa en un posible gobierno aunado con Libre.
Recordó que firmó con Xiomara Castro y el expresidente Zelaya un documento sobre la forma de compartir el mandato.
Reveló que Zelaya le dijo que, por diferentes razones, él terminaría gobernando más que Xiomara. En ese sentido, indicó que en el Congreso -poder estatal sobre el que tendría injerencia- se legislará en función del interés de las mayorías.
Nasralla declaró que la fortaleza de la alianza en todo el país -sumándose incluso bases del Partido Liberal- está llevando a que el oficialismo inicie un discurso anticomunista sin fundamento.
«El Partido Nacional ha montado una campaña anticomunista que no tiene pies ni cabeza, sobre todo cuando afirman que a los hondureños se les quitará sus casas y bienes, ante la sorpresiva y grandiosa alianza de mi persona con Xiomara Castro», expresó.
Nasralla, quien se perfilaba como tercera fuerza política según diversas encuestas, consumó la coalición con Castro el pasado miércoles.
