TEGUCIGALPA, Honduras
Una densa humareda nubló los cielos de un colorido territorio que se veía cubierto por terror de las llamas que parecían inmarcesibles.
La escena abrió paso el pasado sábado a la devastación de un siniestro sin igual en la turística isla de Guanaja.
La comunidad isleña dormía a la víspera del arranque de un atractivo feriado morazánico, pero, en plena madrugada, se desató el pavor.
Fue próximo a las 2:00 de la mañana que el sistema nacional de emergencias 911 recibió el primer reporte de la tragedia.
Equipos de emergencia se organizaron e iniciaron la búsqueda de estrategias para contrarrestar el fuego, que cada vez consumía más estructuras.
Labores aéreas, la acción de los bomberos y la mitigación desde embarcaciones se sumaron a la misma causa.
Pese a la multifacética intervención, la afectación fue vasta. La evaluación del Cuerpo de Bomberos precisó que la destrucción en la isla fue de un 40 por ciento.
El comandante general del cuerpo de socorro, José Zelaya, detalló en conferencia de prensa que unas 90 casas fueron consumidas en su totalidad por las llamas, mientras que otras 136 solo recibieron daños parciales.
Destacó que, pese a que cuatro mil personas lamentan las pérdidas materiales, no hubo víctimas mortales por el incendio.
Un total de tres personas resultaron quemadas y fueron trasladadas al Hospital Escuela en Tegucigalpa para su recuperación; dos ya fueron dadas de alta y la restante está estable.
LA CAUSA. El comandante Zelaya reveló que la investigación bomberil concluyó que el origen del incendio fue accidental.
«Fue por una vela», especificó, enfatizando a su vez que descartan totalmente la hipótesis de mano criminal en la eventualidad.
Además, explicó que posiblemente la llamada se expandió debido al desplazamiento de oxígeno y el material combustible de las estructuras adyacentes (madera).
La autoridad bomberil acotó que también fue un factor incidente el exceso de viviendas que estaban construidas en la localidad.
En un comunicado, el Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (Sinager) confirmó la conclusión de que no fue un fenómeno provocado.
El escrito expone que para llegar a tal conclusión pusieron en práctica el método técnico-científico en el lugar donde se originó la conflagración.
También se efectuó un análisis de las marcas y patrones que dejó el fuego, así como al tipo de exfoliación, carbonización y calcinación de los diferentes materiales encontrados en el área.
ARRANCA RECONSTRUCCIÓN. Guanaja se resignó a aceptar lo ocurrido e iniciar con la reconstrucción que, de acuerdo a estimaciones, tomaría al menos un año.
Según expertos, la tarea requerirá cuando menos 10 millones de dólares. Con la solidaridad de la sociedad y en medio de las tradicionales promesas de sustento que llegan desde el Ejecutivo, los isleños se aferran a la esperanza.
