La Inestable Centroamérica

Redacción El Pulso29 septiembre, 2021

(Por Óscar Esquivel) Lejos estamos de algunos países del viejo mundo que gozan de una paz social, económica y política. Aunque el sacrificio que tuvieron que atravesar fue enorme. Tal parece que son países que están destinados por la naturaleza o por lo divino a gobernarse a sí mismos.

Al parecer nacieron antes del tiempo mismo, pero Centroamérica ya era antes de 1821, ya era antes de 1500. Sin embargo, seguimos dando tumbos, seguimos a ciegas en pro de un destino que se nos oculta, que se nos aleja.

El istmo ha hecho sacrificios para estar en mejores estadios, pero al parecer éstos no han sido suficientes. Las guerras civiles en El Salvador, Guatemala y Honduras no han abonado lo suficiente nuestra tierra ¿Cuánto es suficiente? La revolución nicaragüense tardó más en derrotar a los Somoza, que en instalar a Daniel Ortega.

Costa Rica que parece ser el referente de estabilidad social que aún no nos convence del todo. Aunque hay unos indicadores como en educación que los respaldan, claro que Honduras no puede ser referente al respecto. Costa Rica de ser la pionera, la referencia debería de liderar los procesos unionistas, la construcción de la federación centroamericana y no que por el contrario parece tener mucho interés en que la Patria Grande no sea un hecho. Como muestra de estabilidad, de ser una nación madura debería de empezar reconociendo y pidiendo perdón por el asesinado de Francisco Morazán.

Los intereses geopolíticos de los gobiernos estadounidenses parecen marcar el destino de la región. Sin quitar la responsabilidad de los grupos de poder económicos, políticos y religiosos del istmo.

El partido de derecha Arena en El Salvador gobernó durante mucho tiempo, cuando al fin logró ser derrotado por el Farabundo Martí para Liberación Nacional que prometía cambios, había sembrado ilusión en el pueblo salvadoreño. Pero en poco tiempo demostró no estar a la altura del momento histórico. El FMLN fue sustituido rápidamente por un joven llamado Nayib Bukele, quien con una figura fresca vendió al pueblo salvadoreño la idea que las soluciones a sus males estaban más allá de la derecha y de la izquierda.

Sin embargo, ahí lo vemos concentrando el poder, allanando el camino para su reelección. Cuando un hombre gobierna por mucho tiempo, éste se acostumbra a mandar y el pueblo a obedecer. Las dictaduras que parecían haberse ido del ombligo americano al parecer fueron un espejismo. En nuestro país, don Juan Orlando Hernández pretender seguir perpetuándose ya sea a través de Nasry Asfura o de cualquier otro escenario que le permita seguir blindándose.

Guatemala es una bomba de tiempo con nuestros mismos males: Corrupción y narcotráfico. Nicaragua la rebelde; la que encarnó nobles ideales, ahora en manos de alguien que teme hasta su propia sombra.
Costa Rica, la que para fuera se ve civilizada, pero para sus adentros será el nivel de vida de los ticos, el mejor parámetro.

Enorme reto por delante que tiene el istmo centroamericano, unida hoy por mercancías, por el poder económico que lleva en sus genes la corrupción, el narcotráfico. Lejos nos encontramos de la unión de sus gentes, de sus pueblos, que deberían de estar hermanados por sus costumbres, por las riquezas naturales que se encuentran en su seno, por la cercanía de sus fronteras, por la identidad que un día fueron.

La unión centroamericana es un bello ideal en el cual debemos empeñar nuestros mayores esfuerzos. ¡Unidos somos fuertes!

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