TEGUCIGALPA, Honduras
Un congelamiento de los precios de los combustibles sería una solución para mitigar el impacto en el bolsillo de los hondureños ante las constantes alzas, dijeron expertos en el tema a este medio.
El doctor en economía, Henry Rodríguez, expuso a El Pulso que bloquear la fluctuación en el precio es muy difícil, dado que Honduras no produce petróleo, pero es posible si el gobierno sacrifique sus jugosas ganancias.
Apuntó que el Ejecutivo percibe una tasa fija de 28 lempiras por la venta de carburante. Además, describió que para el precio final se suman otros actores, como el transporte, los importadores y las gasolineras.
Sin embargo, enfatizó que sí sería posible el congelamiento del cobro por galón si el gobierno cede en su ambición.
Ahondó que el alto precio de los carburantes arrastra los demás aspectos económicos, pues sube el monto a desembolsar por otros productos y servicios y se deteriora el nivel de vida de la población.
El economista del Foro Social para la Deuda Externa en Honduras (Fosdeh), Obed García, coincidió en la utilidad que tendría el congelamiento, pero explicó que el beneficio tardaría en surtir efecto.
«Como el mercado funciona con rezago, un congelamiento podría tener un efecto visible en un período de tres meses, haciendo que la capacidad de consumo de los hogares no se vea beneficiada de manera inmediata, sino en un tiempo más prolongado», describió.
Asimismo, señaló que las autoridades no ven el efecto directo que las incesantes alzas a las gasolinas producen en los costos de la canasta básica y otros productos de consumo.
«Esto hace que la capacidad de consumo sea cada vez menor y más limitada, debido a los cortos ingresos que tienen las familias debido a las condiciones que deja la pandemia», dijo.
Actualmente, el galón de gasolina superior se paga a 104.43 lempiras. La gasolinera regular cuesta 97.24 y el diésel, el carburante más usado en el país, 84.71.
El congelamiento más reciente al precio de los combustibles se registró a finales de 2017.
También se produjo en 2014, cuando se alcanzaron números históricos en el país y la gasolina súper llegó a costar más de 108 lempiras.
