TEGUCIGALPA, Honduras
Una pasión desmedida por el expresidente José Manuel Zelaya y su familia generaría la inconformidad de una facción del partido Libertad y Refundación (Libre) con ellos, estiman líderes disidentes.
El exprecandidato presidencial, Wilfredo Méndez, aseguró que el desagrado con él y la diputada María Luisa Borjas responde a la visión sesgada que sostiene una porción de la militancia.
«Es natural que haya algunas personas que su fanatismo no les permita ver que hay que buscar las expresiones democráticas y pertinentes para la nación», dijo a El Pulso.
Señaló que esos detractores son un conjunto reducido y que sus puntos de vista no tienen fundamento.
«Las reacciones por parte de algún pequeño grupo de fanáticos del presidente Zelaya me tienen sin cuidado. En definitiva, sus criterios ni siquiera son sustentables, razonables», atizó.
Aseveró que existe una necesidad de contribuir a que las personas forjen su propio criterio para escoger a los mejores candidatos y que, finalmente, lo que se debe tomar en cuenta es la decisión que exprese la población en las urnas el 28 de noviembre.
Además, expuso que su apoyo a Eduardo Martell en su aspiración a la alcaldía capitalina -detonante del disgusto de representantes de las bases- es una clara expresión de que recurren a los mejores candidatos con el propósito de librar a la nación de su subdesarrollo.
Borjas coincidió con su excompañero de fórmula sobre el fanatismo relacionado al coordinador general de Libre.
Acusó a los firmantes del pronunciamiento en su contra, quienes actúan como miembros de la Organización de Base de Territorios Libres (OBATLI) de «servir como escalera» para la familia Zelaya y su argolla.
«Qué importancia nos dedican que se molestan en hacer un pronunciamiento público para descalificarnos. Si no tuviéramos incidencia, no se molestarían en hacer un comunicado», declaró a este medio.
El coordinador de OBATLI, Manuel Garay y la secretaria general, Carmen Barahona, colocaron su rúbrica en el documento en mención, desconociendo a Méndez y Borjas.
Manifestaron que ellos no tienen autoridad para hablar en nombre de Libre ya que resultaron vencidos en el proceso electoral primario. Además, reprocharon que pidan votos para actores ajenos a su partido.
Méndez ocupó el último lugar en las elecciones primarias de marzo anterior, mientras que Borjas buscaba ser la coordinadora general de Libre; de hecho, se declaró ganadora frente a Zelaya, sin embargo, perdió por una abrumadora diferencia de votos.
