Solo un 9.9 por ciento de las dosis de vacunas contra el Covid-19 que tiene el país han sido adquiridas por el gobierno de Juan Orlando Hernández el resto son donaciones de países y compras por parte del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS).
De las cuatro millones 747 mil 720 dosis de inoculantes 470 mil 800 son compras del gobierno, 408 mil por parte del Seguro Social y tres millones 868 mil 920 son donaciones de países y por medio del mecanismo Covax de la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS).
Las cifras anteriores indican que solo el 9.9 por ciento son compras del gobierno de Honduras; 46 mil vacunas Sputnik V compradas al Fondo Inversión Directa Rusa (RDIF, en inglés) y 424 mil 800 lotes con la farmacéutica Pfizer.
Lo lamentable es que desde hace dos meses las personas inoculadas con las 46 mil dosis de la vacuna Sputnuk V continúan en la espera de la aplicación del segundo componente; la titular de la Secretaría de Salud, Alba Consuelo Flores, emplazó al Fondo Ruso para que máximo el diez de agosto entregue las dosis.
Las autoridades de la Secretaría de Salud revelaron que han enviado cinco cartas diplomáticas al RDIF sin que hasta la fecha se tenga una respuesta; el equipo de El Pulso conoció que el gobierno no pagó por el contrato de las 2.4 millones de dosis.
En tanto, Hernández exhortó a la población a vacunarse contra el virus para reducir los contagios y muertes mientras el país atraviesa lo peor desde que inició la pandemia.
“Vacunas hay, le pido a la ciudadanía que se vacunen… el que no está convencido, tenemos que convencerlo por el bien de todos. Estamos vacunando con las vacunas compradas con el dinero del pueblo hondureño”, declaró.
Mayo se convirtió en el mes con más decesos por coronavirus con un total de mil 072 y en casos registra 25 mil 894; junio redujo las cifras con 24 mil 533 casos y 652 muertes, sin embargo, julio es el mes con más contagios lo que refleja el desbordamiento de la pandemia con 30 mil 209 casos y 753 fallecidos.
Los centros de triaje en la capital de la república se encuentran en su capacidad máxima de atención; en solo una semana cinco personas han perdido la vida en los centros de estabilización y al menos 103 esperan un cupo en los hospitales capitalinos que están colapsados.
