El suicidio del retorno a clases

ABarahona30 julio, 2021

Acudir a una guerra biológica sin la menor preparación, sin equipo y armas es un suicidio, una locura. Pero que se puede esperar de un gobierno que va de locura en locura. Locura que los beneficia a ellos, por supuesto. Hartos de tanto alucinógenos y objetivos oscuros, ajenos al bienestar de las mayorías.

Nos preguntan ¿acaso no quieren empleo? Para justificar la venta de la soberanía nacional y todo lo que ello conlleva. ¿No quieren educación? Nos restriegan en la cara. Pretendiendo que nuestros hijos e hijas; maestros y demás personal educativo, asistan a clases a riesgo de su propia vida.

Cuando la pandemia cobra el mayor número de víctimas mortales, el mayor contagio de compatriotas, el cierre de triajes, la constante del déficit en equipo, medicamentos y personal sanitario: anuncian el regreso a clases. ¿Realmente lo harán o buscan entretenernos? No olvidemos que estos gobiernan para unos pocos en detrimento de las mayorías. Y la educación no es la excepción. Pues no es lo mismo un alumno que pueda asistir a la escuela “americana “a uno que tenga que asistir a un centro educativo del 3 de mayo, por ejemplo. Es decir, no desconocemos que exista presión de éste pequeño grupo de escuelas privadas que piden el retorno a clases, porque como todo lo privado (hay excepciones) su objetivo es el lucro y no la educación y con ello el riesgo de perder la vida no les genera ganancia. Pasa lo mismo en el área de la salud; no es lo mismo ser asistido en un hospital privado que en un centro de salud público. Y aclaramos: lo público lo destrozan, lo descuidan para luego decir LO PRIVADO ES LO MEJOR. Claro, para quien pueda pagarlo, que es la minoría.

Las madres y padres, maestros y demás personal educativo, alumnos sin vacunación. Sumado a la profundización del deterioro de la infraestructura de los centros educativos provocados por ETA e IOTA. Sin material y equipo escolar, sin energía, agua potable. Sin medidas de bioseguridad; es un suicidio colectivo, el que pretende concretar el régimen de Juan Orlando Hernández. Aunque no se descarta que crean el problema y después presenten solución. Haciéndose pasar por democráticos, por escuchar la voz de su pueblo. Al punto tal, que terminemos, debiéndoles.

La implementación de las mal llamadas Zonas de Empleo y Desarrollo, así como el retorno a las clases son acciones carentes de toda lógica y de popularidad. En ese sentido no descartamos que sean acciones tendientes a desviarnos de una realidad asfixiante. Y dentro de ésta realidad, la incapacidad de montar clases en línea para que las mayorías puedan recibir sus clases. Han sido incapaces desde el mismo Estado a través de HONDUTEL de llevar Internet gratis a todo el territorio nacional. Han sido incapaces de obligar a los grandes empresarios de las telefonías que den un poco de lo que los hondureños y hondureñas les hemos dado.

Por supuesto, que queremos educación, pero no a riesgo de nuestras propias vidas. Pues es preferible no asistir a clases en uno o dos años, a no asistir nunca. Claro que queremos empleo, pero no a riesgo de perder nuestro territorio, para luego ser extranjeros.

Tiempos difíciles en los que hay que defender hasta lo obvio. Tiempos difíciles en que los que gobiernan, no entienden de razones. Difícil razonar, con quien sólo entendería, a palos.

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