TEGUCIGALPA, Honduras
El gobierno de Juan Orlando Hernández solo ha podido comprar 187 mil 660 dosis de vacunas contra el Covid-19 de las cuatro millones 418 mil 550 dosis que han llegado, lo que representa solo 4.2 por ciento del total.
En calidad de donación por medio del mecanismo Covax de la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS) sumado a las donaciones de Israel, México, El Salvador y EE.UU., se han recibido un total de tres millones 868 mil 920 dosis de inoculantes.
Por medio de las compras realizadas por el Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) se han recibido 408 mil dosis de la vacuna del consorcio sueco-británico AstraZeneca.
Mientras tanto, el gobierno de Honduras solo ha adquirido 187 mil 660 dosis; 46 mil vacunas Sputnik V compradas al Fondo Inversión Directa Rusa (RDIF, en inglés) y tres lotes con la farmacéutica Pfizer sumando 141 mil 660 dosis.
Lo lamentable es que desde hace dos meses las personas inoculadas con las 46 mil dosis de la vacuna Sputnuk V continúan en la espera de la aplicación del segundo componente sin que hasta la fecha se tenga la certeza de cuanto arribará el lote.
Las autoridades de la Secretaría de Salud revelaron que han enviado cinco cartas diplomáticas al RDIF sin que hasta la fecha se tenga una respuesta; el equipo de El Pulso conoció que el gobierno no pagó por el contrato de las 2.4 millones de dosis.
“Hemos sido claros que no queremos más vacunas mientras no nos cumplan con esas 40 mil vacunas que hacen falta, estamos estudiando las diversas posibilidades en caso de no recibirlas”, explicó el subsecretario de salud, Fredy Guillén.
Cabe señalar que la mayoría de hondureños que recibieron las dosis de la Sputnik V son mayores a los 75 años y ya se conocen de al menos cuatro de ellos que perdieron la vida a causa de la enfermedad.
El científico hondureño y exdecano de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), Marco Tulio Medina, recomendó a las autoridades sanitarias iniciar un nuevo esquema de vacunación debido al extenso periodo de espera que podría reducir los beneficios de la segunda dosis del vial ruso.
