EEUU, China y las democracias en el hemisferio

Redacción El Pulso22 julio, 2021

(Por Gilberto Ríos Munguía •) Finalmente la autoridad electoral en Perú ha proclamado al profesor Pedro Castillo como el ganador de las elecciones generales del 6 de junio pasado, luego de muchas argucias de la derecha de ese país que retrasaban el reconocimiento, haciendo que crecieran las tensiones políticas entre los bandos en disputa, claramente diferenciados por sus posiciones ideológicas. La izquierda ha conquistado el país que otrora ha sido trinchera de agresión política contra otras repúblicas latinoamericanas. El nuevo ciclo tiene rasgos claramente definidos, los gobiernos neoliberales están heridos de muerte.

Jovenel Moise el presidente de facto de Haití fue asesinado un mes un día después de las elecciones en Perú; los acontecimientos no tienen conexión aparente, aunque desde el punto de vista dialéctico son producto del mismo fenómeno: la pérdida de control hegemónico de EEUU en el hemisferio. El principal inversor extranjero en la nación andina es China, mientras que en Haití los capitales trasnacionales que son principalmente norteamericanos han entrado en disputa del mercado de esa nación del caribe y haciendo uso de mercenarios colombianos han llevado esas diferencias hasta semejantes extremos. Los EEUU no son capaces ahora de garantizar la seguridad personal de sus títeres al mando de sus colonias.

En medio de sus fracasos, oportunamente para dar un giro a las derrotas consecutivas que se ven obligados a anunciar en sus propios medios de comunicación, aparecen las “insurrecciones en Cuba” que la jauría mediática se encarga de dar cobertura con la ayuda de una docena de tiktokeros de apariencia muy lozana, que desde la isla denuncian calamidad y represión, asesinatos políticos, desaparecidos y torturados. Rápidamente se instala en la opinión pública internacional una matriz que hace olvidar o ver de menos la represión sistemática contra la oposición en Colombia o Chile, países en los que se cuentan por centenares las víctimas de sus regímenes totalitarios. Pasa una semana y de Cuba no existen las pruebas de las “graves violaciones a los derechos humanos”, pero las corporaciones ya han logrado su objetivo y la ética periodística desaparece bajo el manto sagrado de los dólares, al igual que la caridad de los “artistas” solidarios que han levantado sus voces pagadas por la Casa Blanca.

La revolución popular sandinista se prepara nuevamente para una victoria democrática abrumadora el 7 de noviembre este año, las acciones imperiales han estado a la orden del día en las últimas semanas. Agresiones comerciales, remoción de visas de funcionarios públicos, campaña internacional contra “la tiranía Ortega – Murillo” y ocultamiento permanente de las conquistas populares que el gobierno del Frente Sandinista ha logrado a pesar de haber alcanzado el gobierno el 2007 luego de tres periodos nefastos de neoliberalismo tutelado por los gringos, que sumieron al país en miseria y dependencia. También debemos tomar en cuenta que la administración sandinista enfrentó la crisis económica mundial del 2008, como producto de la burbuja inmobiliaria. Hoy estabilidad, crecimiento económico y distribución de la riqueza social en Nicaragua son un ejemplo para Centroamérica.

Diariamente Lula da Silva aparece ejercitándose libre en las redes sociales, preparado para asumir la presidencia del gobierno de Brasil luego de las elecciones de octubre de 2022, de las que se proyecta como el virtual ganador. Sus gobiernos anteriores están más presentes que nunca en la memoria de los brasileños, ante todo por la enorme cobertura de asistencia gubernamental a los sectores sociales más desfavorecidos, que sacaron de la miseria a decenas de millones de seres humanos y contribuyeron también con la salida de la pobreza de otros millones. Bolsonaro agoniza como proyecto político de la élite oligárquica, principalmente porque su modelo generó retrocesos y desigualdad, pero también porque la “gripesiña” resultó mortal para centenares de miles de sus compatriotas.

En Honduras la compañera Xiomara Castro de Zelaya lidera el proyecto de la izquierda del único partido que se plantea cambios estructurales en el Estado, impulsando el Socialismo Democrático contrapuesto a los valores y propósitos del sistema capitalista y su modelo neoliberal. Entre otras propuestas de gobierno anunciadas en la reciente Asamblea Nacional de delegados y delegadas del Partido Libertad y Refundación, también ha mencionado el compromiso de abrir el comercio internacional y las relaciones del país con otras potencias del mundo, específicamente ha hablado de China, haciendo una lectura oportuna de los cambios de signo de esta nueva etapa de las democracias del hemisferio, cada vez menos cercanas a la potencia decadente del norte.

(•)Dirigente del Partido Libertad y Refundación.

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