JOHANNESBURGO, Sudáfrica
Los disturbios y desórdenes continúan en Sudáfrica por séptimo día consecutivo aunque hay ciudadanos que ayudan a la Policía y al Ejército, informó un corresponsal de Sputnik.
Los disturbios que estallaron la semana pasada se saldaron por el momento con 72 muertos y 1.234 detenidos.
Para reprimirlos se enviaron tropas a las provincias de Gauteng, donde está Johannesburgo, y de KwaZulu-Natal.
En Soweto, situado en afueras de Johannesburgo, quedaron destruidos varios centros comerciales y gasolineras. Una clínica local sufrió daños.
Los habitantes de esta localidad se unieron a los destacamentos militares y policiales para impedir las destrucciones en los centros comerciales y en el parque El Dorado.
El viceministro de Seguridad Nacional, Zizi Kodwa, instó a la población a cesar los disturbios.
La candidata a ocupar el puesto de alcalde de Johannesburgo, por el partido Unión Patriótica, Ashley Sol, instó a la gente a unirse.
«La Unión Patriótica oye los llamamientos de la gente a poner fin a los disturbios y está preparada para ponerse en defensa de todos nosotros. Unos elementos malos intentaron hacernos daño, pero la gente de bien se levantó haciéndolos retroceder. Los patriotas debemos unirnos», dijo.
Los habitantes de la localidad Vosloorus también hicieron frente al merodeo.
Los operadores de los taxis de la provincia Cabo Oriental declararon que quienes quieren saquear deberán vencer su resistencia.
Mientras tanto al menos cuatro centros comerciales quedaron saqueados al sur de la provincia de Gauteng, además fueron atacadas viarias tiendas en la provincia de Mpumalanga.
El presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, condenó los desórdenes y amenazó con arrestos a los que cometen los actos de violencia.
Las protestas se deben a la detención del expresidente Jacob Zuma. El exmandatario, de 79 años, empezó a cumplir la condena la semana pasada.
La Corte Suprema de Sudáfrica rechazó el viernes pasado su petición de anular la sentencia que lo declara culpable de desacato y lo condenó a 15 meses de prisión.
El expresidente incumplió la prescripción del Tribunal Constitucional de comparecer entre el 15 y el 19 de febrero para hacer declaraciones ante la comisión que investiga el caso de «la Captura del Estado».
Durante su carrera política, el exmandatario fue blanco de múltiples escándalos por sus declaraciones, la poligamia y, ante todo, por las acusaciones de corrupción. (Con información de Sputnik).
