(Por Gilberto Ríos Munguía •) Dentro del Partido Libertad y Refundación se está trabajando de otra manera de cara a las elecciones generales del 28 de noviembre de este año. Para los que tenemos la experiencia electoral en internas y generales de 2012, 2013 y 2017 respectivamente, este 2021 las condiciones políticas son favorables en varios aspectos importantes sobre todo por nuestra presencia como partido en el Consejo Nacional Electoral, aunque en la arena política también enfrentamos otros enemigos que no teníamos antes, como los que han surgido como expresión de sectores de la burguesía nacional que ondean la bandera del cambio con la verdadera intención de que no cambie nada.
Esta vez las más de dieciocho mil mesas electorales a nivel nacional contarán con una posición de libre en la Presidente, como Escrutador o Secretario, a pesar de la existencia de los partidos de USB o de maletín que fueron inscritos, más otras fuerzas emergentes de diferentes signos que han logrado su inscripción. El control de la mesa fue uno de los debates más enconados con el Partido Nacional, ellos siempre fueron conscientes que el principal fraude lo hizo siempre en la mesa electoral y esta vez han perdido control de ese instrumento. Además, a la hora de los reportes oficiales de resultados, no se permitirá la presencia de representantes de embajadas o embajadores que deban dar el visto bueno a una decisión del Consejo. El proceso será verificable y deberá ser contundente para evitar toda artimaña del oficialismo en caso de su derrota.
Pensamos que a pesar de estas nuevas condiciones favorables, es necesario evitar dos vicios para mejorar nuestra efectividad: uno es el triunfalismo que se presta para la confianza y la comodidad, que pueden llevarnos a la inmovilización. El otro es el mecanicismo en el análisis político, “ya nos toca”, “La tercera es la vencida”, “en todos los países está ganando la izquierda”, “Se van porque se van” y otras formas que podrían servir para efectos emotivos pero no para la lucha política de convencimiento a aquellos sectores confundidos por los medios al servicio de la oligarquía y las clases pudientes.
Las elecciones están despertando el entusiasmo de la dirigencia, militancia y simpatizantes partidarios, también en sectores de la oposición y la opinión pública que hace pocos años no tenían acceso a tanta información directa de las fuentes a través de redes sociales o medios de comunicación de contenido alternativo. El cambio es sustancial en el análisis político que hace la media de la población de lo que acontece en el país. El partido por su parte se ha comprometido a redoblar esfuerzos para continuar los procesos formativos, enfocados en el conocimiento de la Técnica Electoral y la conciencia Político – Ideológica.
Mucha de la dirigencia del Partido Nacional sienten el fracaso electoral por lo débil de su candidato, su división interna y por lo que su Partido representa ahora para la población. Su máxima dirigencia ha sido mencionada al menos en algún escándalo de corrupción, sus figuras más destacadas son conocidas públicamente por tener una colección de crímenes contra la democracia y el Estado de Honduras. Sus planillas para diputaciones en las ciudades más importantes del país son semejantes. Debemos reconocer que en los últimos años renovaron su propuesta con muchas nuevas figuras e incorporaron a la juventud, pero estos nuevos elementos rápidamente también se vieron involucrados o beneficiados de los principales escándalos de corrupción, resultando más de lo mismo.
El Partido Nacional y su proyecto de venta de la soberanía lo han hecho más evidente con las ZEDEs, pero el proceso de entrega del capital nacional, los recursos nacionales y la riqueza generadas por los trabajadores /as al capital trasnacional data de toda la vida “independiente” de nuestro país. De ese mismo modo la respuesta debe ser la profunda reforma económica, ya esbozada en la propuesta de Plan de Gobierno y que ha tenido aceptación en las mentes pensantes y no conservadoras de Honduras. Otros han preferido el silencio sobre estos temas porque tienen temor y otros compromisos con ese sector del capital.
Los cambios y la madurez en el análisis de la dirigencia de Libre se hacen notar, cada vez más hay mayor entendimiento del complejo escenario en el que nos sumergió el Partido Nacional con la complicidad del gobierno norteamericano, capitales colombianos y sionistas. Rescatar el Estado de Honduras no dependerá solamente de una correcta organización electoral, sino de una maquinaria partidaria capaz de presionar por la entrega del gobierno (ver el caso Perú), y apoyar con todas las fuerzas el plan de emergencia de los 100 primeros días que conocimos en el discurso de Xiomara Castro, y así continuar la pelea contra los poderosos sectores que se han apropiado del país.
En cuanto a la situación del documento de identificación, en necesario comprender que ha enfrentado muchos problemas por la intervención del Registro Nacional de las Personas, a los que se sumó lo derivado de la pandemia. Hoy se están enmendando errores y se han dado plazos en el calendario para resolverlos. La ciudadanía en general debe ser motivada para adquirir a tiempo su nuevo documento de votación DNI y su traslado de centro de votación en caso de requerirlo. Libre está trabajando en desarrollar estructuras electorales capaces de motivar ese voto independiente y sumar todas esas expresiones de apoyo popular para el cambio de gobierno y sistema económico, ese es el compromiso manifestado en general por su dirigencia.
(•)Dirigente del Partido Libertad y Refundación.
