TEGUCIGALPA, Honduras
Entre las elecciones de 2013 y 2017, los partidos minoritarios se repartieron por deuda política un total de 102 millones 698 mil 764 lempiras, sin embargo, con la nueva Ley Electoral el panorama no cambia del todo.
Para las elecciones del 2013, el Partido Anticorrupción (Pac) recibió 14 millones 453 mil 021 lempiras mientras que los partidos Unificación Democrática (UD), Democracia Cristiana (DC), Innovación y Unidad (Pinu) y la Alianza Patriótica se agenciaron unos cinco millones 954 mil 553 lempiras y el Frente Amplio Político Electoral en Resistencia (Faper) 215 mil 391 lempiras, lo que representó un costo al Estado de 38 millones 486 mil 547.
Para las elecciones de 2017, todos los partidos anteriores sumado con el emergente Vamos recibieron, cada uno, nueve millones 173 mil 173 lempiras, lo que sumó un total en deuda política de 64 millones 212 mil 216 lempiras.
Si se toma como base los resultados de hace cuatro años, la Alianza Patriótica que obtuvo seis mil 517 marcas hubiera recibido solo 384 mil 503 lempiras; el Pac, con cinco mil 983 votos, debió percibir unos 352 mil 997.
En tanto, la DC habría recibido por el total de marcas alrededor de 348 mil 100 lempiras; la UD un aproximado de 273 mil 347; el FAPER, 185 mil 909 y Vamos habría obtenido una ganancia de 177 mil 177 lempiras.
Sin embargo, la nueva normativa electoral les permitirá a los partidos minoritarios acceder a un diez por ciento de lo que obtenga por deuda política el partido político con más votos con la finalidad de “poder hacer capacitación electoral y fortalecer su institución”, es decir, que podrán solicitar hasta seis millones 115 mil 449 lempiras.
Sumado a lo anterior, la ley hondureña exonera en materia de importación y pago de impuestos a los partidos y la deuda que se les paga por participar en las elecciones no es liquidable ni está en los parámetros de rendición de cuentas del Instituto de Acceso a la Información Pública (IAIP), no obstante, los fondos asignados para “fortalecer los partidos minoritarios” deberán estar sujetos a fiscalización y rendición de cuentas.
“La deuda política no es utilizada para el fortalecimiento de cada institución y no existen procesos de capacitación; no se paga la deuda política a favor de la mujer; no hay instalaciones decentes ni la del Partido Nacional es una sede decente, pero hay grandes niveles de dinero que se reparten allí y no es rentable para la democracia”, opina el director del director del Instituto Holandés para la Democracia en Honduras (NIMD, en inglés), Luis León.
