España devolvió ya a 5.600 de los 8.000 inmigrantes que entraron por Ceuta

BILBAO, España

Las autoridades españolas devolvieron para la 13:00 (11:00 GMT) a 5.600 de los 8.000 inmigrantes que cruzaron ilegalmente a la ciudad de Ceuta desde el vecino territorio de Marruecos, según informaron a Sputnik fuentes del Ministerio de Interior.

El titular de Interior español, Fernando Grande-Marlaska, recordó a lo largo de toda la crisis migratoria que estas devoluciones se hacen de acuerdo a un convenio bilateral que las permite y que data del año 1992.

Las fuentes citadas no precisaron el número de menores que podría haber entre los inmigrantes devueltos y la última cifra confirmada por el titular de Interior sobre los que cruzaron al enclave español en Ceuta fue de 1.500, en la mañana del martes 18, aunque durante esa jornada se continuaron produciendo numerosas llegadas.

La importancia del número de menores en este recuento reside en su especial estatus que impide que las autoridades españolas los puedan devolver automáticamente al otro lado de la frontera, por lo que la mayor parte están siendo reunidos de manera diferenciada a los adultos en unas naves abandonadas cercanas al paso de El Tarajal, un pequeño espigón donde se produjeron la mayor parte de las entradas masivas al enclave español localizado en el norte de África.

En la mañana de este 19 de mayo se redujeron las llegadas ilegales de inmigrantes a territorio español por Ceuta, algo que los medios españoles en la zona atribuyeron al sellado de la frontera por las autoridades marroquíes, que contemplaron e incluso favorecieron las oleadas de inmigrantes desde el lunes 17, según las mismas fuentes.

La policía marroquí ha cerrado el paso fronterizo de Tarajal e interrumpe así el éxodo migratorio hacia la ciudad española de Ceuta.

Las personas que estaban concentradas frente al Tarajal, aprovechando cualquier distracción policial o cualquier oportunidad para pasar la frontera, están emprendiendo el camino de vuelta, al convencerse de que los accesos están cerrados.

El flujo de entradas por la playa de Tarajal quedó interrumpido, aunque todavía hay personas al otro lado de la frontera tratando de llegar a Ceuta.

La reacción marroquí llega más de un día y medio después de que comenzase la entrada masiva de inmigrantes, unos 8.000 según los últimos recuentos. Según ha informado el Ministerio del Interior de España, más de la mitad de ellos han sido devueltos a Marruecos, algunos de ellos, aseguran, lo han hecho por decisión propia.

Por su parte, la Comisión Europea afirmó que las autoridades de Marruecos están comprometidas a colaborar para solucionar la crisis migratoria desatada en Ceuta.

«Hubo contactos y las autoridades marroquíes se comprometieron a ayudar y asistir en esta situación, por lo que estoy seguro de que se encontrarán soluciones compartidas», dijo en rueda de prensa el portavoz comunitario Christian Wigand.

Wigand explicó que Bruselas sigue con «preocupación» la evolución de la ola de más de 8.000 migrantes marroquíes que llegaron a Ceuta en las últimas horas y que mantiene un «contacto cercano» con el Gobierno de España para «proporcionar apoyo».

El comisario de Vecindad y Ampliación, Oliver Varhelyi, fue el encargado de hablar con el Ministerio de Exteriores marroquí para garantizar la cooperación del Gobierno del país africano en esta crisis.

Por su parte, en referencia al conflicto, el portavoz Eric Mamer recordó que la política migratoria de la UE «no depende de las presiones» de otros países y afirmó que es «inútil» tratar de influenciarla.

Así lo dijo después de que el vicepresidente de la Comisión y responsable de Migraciones, Margaritis Shinas, afirmara en la radio pública española que «Europa no se dejará intimidar ni chantajear» en materia migratoria.

Desde Exteriores de la UE, la portavoz Nabila Massrali recalcó que la situación en Ceuta «no es un problema solo español sino también de la UE».

Bruselas considera la situación vivida en la frontera española de Ceuta «un asunto serio que requiere la coordinación y una respuesta conjunta por parte de Marruecos», añadió Massrali, con el fin de «encontrar rápidamente una solución en el interés de ambas partes y de los individuos que cruzan la frontera en condiciones peligrosas».

Por ahora permanecen en la Ciudad Autónoma unos 2.000 menores de edad indocumentados, que por su estatus especial de protección no serán devueltos inmediatamente y se someterán a un protocolo para determinar la edad.

El Ejército español y la Guardia Civil continúan desplegados en Ceuta para hacer frente a los intentos de entrada, atender a los recién llegados y agilizar su retorno.Tanto el Gobierno de España como la Unión Europea expresaron su firme rechazo a la crisis migratoria desatada en los territorios españoles en el Norte de África.

Este episodio se da en medio de tensiones diplomáticas entre ambos países por la presencia en España del presidente y líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, ingresado por motivos humanitarios en un hospital de Logroño (La Rioja) desde mediados de abril.

La ministra de Asuntos Exteriores del Gobierno de España, Arancha González Laya, admitió este miércoles que el episodio partió del «rechazo» de Marruecos a la acogida en España del líder del Frente Polisario, que permanece ingresado desde abril en un hospital de Logroño por «razones humanitarias», según la canciller, quien negó que su estancia fuera una «agresión» hacia Marruecos. (Con información de Sputnik). 

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