Comunidades hondureñas cierran filas por quema y tala descontrolada de bosques

ABarahona5 mayo, 2021

TEGUCIGALPA, Honduras 

Alrededor de 80 mil hectáreas de bosque se pierden en Honduras cada año consecuencia de incendios y tala descontrolada, según el Instituto de Conservación Forestal (ICF), extremo que genera rechazo en los pobladores de comunidades afectadas.

En los últimos días, habitantes de diferentes municipios del país han iniciado acciones en contra de la tala ilegal en sus comunidades; en el municipio olanchano de Juticalpa, pobladores de la comunidad de Lepaguare prendieron fuego a una rastra que transportaba madera de la localidad.

Asimismo, en el municipio de San Luis, en Santa Bárbara, jóvenes de la zona comenzaron una campaña para impedir se continúe con el corte de árboles de sus montañas debido que en camiones repletos con madera transitan con la venia de las propias autoridades.

Otra zona afectada por la deforestación es el parque nacional La Tigra, donde un aproximado de mil 100 hectáreas de bosque, de las siete mil 571 que comprende la zona núcleo fueron sustituidas por áreas para cultivo.

Se estima que al menos 40 mil personas habitan dentro del área protegida del parque, que es una de las principales zonas de producción de agua superficial utilizada para abastecer al menos el 25 por ciento de colonias de Tegucigalpa.

De igual manera, abastece a 104 caseríos de la zona, de los cuales, 68 se encuentran en la zona de amortiguamiento, 22 en áreas limítrofes al parque y 14 se encuentran dentro de la zona núcleo.

LA INDIFERENCIA POR LA DEFENSA DEL MEDIO AMBIENTE. El coordinador de la Alternativa de Reivindicación Comunitaria Ambientalista de Honduras (ARCAH), Christopher Castillo, señaló que la problemática en la nación empeora a falta de una ley que regule los problemas ambientales.

“Este contexto de deforestación masiva lo hemos venido denunciando desde hace tiempo. Es importante entender dos situaciones: la primera es la demanda de madera que proviene de trasnacionales extranjeras y el segundo es el marco legal de Honduras que carece de una rigurosidad para abordar la problemática de problemas ambientales como tal”, indicó.

“En Honduras no existen equipos para hacer investigaciones o estudios de agua o de suelo para resolver conflictos que desembocan en problemas graves para el ecosistema y que irrumpen en el tejido social y cultural de las comunidades que coexisten con el bosque y que tienen una identidad con el suelo donde han crecido”, cuestionó.

Para el ambientalista, hay muchas personas que poco o nada interesa que se resuelva la problemática de la tala de bosques sobre todo empresarios que están involucrados en la tala de madera.

“Muchas veces nos mostramos indiferentes frente a los problemas que están enfrentando otras comunidades cercanas porque son de otra zona pero no entendemos que de esa zona puede depender la agricultura por lo que dependemos del bosque, del valle de esa zona, dependemos del bosque para poder sobrevivir”, influyó.

Asimismo, criticó el accionar de las poblaciones urbanas del país pues asegura se muestran insensibles con la devastación del medio ambiente creyendo que “pueden sobrevivir con todo el concreto que ven todos los días”.

“Hay una lógica cultural de despojar a los territorios de los bienes comunes y hay una lógica cultura de no movilizarnos porque esto es ajeno y no podemos seguir viendo ajeno, todo esto que está pasando tenemos que desarrollar capacidad para indignarnos por cada injusticia”, concluyó.

Acerca de El Pulso

Propósito: Somos un equipo de investigación periodística, que nace por la necesidad de generar un espacio que impulse la opinión sobre los temas torales de la política, economía y la cultura hondureña. Estamos comprometidos con el derecho que la gente tiene de estar verdaderamente informada.

Derechos Reservados 2019-2021