Fiscalía de Nueva York pide larga condena contra exoficial de Policía hondureño por narcotráfico

Redacción El Pulso27 abril, 2021

TEGUCIGALPA, Honduras 

El exoficial de Policía Ludwig Criss Zelaya Romero enfrenta una pena que oscila entre los 19 y 24 años de prisión por delitos relacionados con el narcotráfico, según se desprende de un memorando presentado por fiscales federales de Nueva York.

Entre las peticiones efectuadas por los fiscales norteamericanos se destaca la imposición de una multa que rondaría los 25 mil y cinco millones de dólares y la confiscación de 120 mil dólares.

Además, se prevé que la sentencia contra el exfuncionario se realice el próximo 10 de mayo.

A Zelaya Romero se le acusa de tener relaciones con el cártel los Cachiros, jefeados por los hermanos Devis Leonel y Javier Eriberto Rivera Maradiaga entre 2004 y 2016 y durante ese tiempo «fue un miembro de confianza de la organización durante más de una década».

«Durante ese tiempo, aunque nominalmente también estaba empleado como oficial de Policía en Honduras, cometió asesinatos, reclutó equipos de sicarios y protegió cargas masivas de cocaína mientras transitaban por Honduras en ruta a EE.UU.», reza una parte del memorando.

El encausado «desempeñó un papel de liderazgo en la organización… E incluso reclutó a otro miembro de la Policía Nacional hondureña para unirse a los Cachiros. Desde 2013, la DEA ha estado investigando a personas en Honduras y en otros lugares que han participado en actividades de tráfico de drogas y lavado de dinero a gran escala relacionadas con la importación de toneladas de cocaína a EE.UU.».

Según los acusadores federales, otro miembro de la Policía Nacional presentó en 2004 a Zelaya Romero a los hermanos Rivera Rivera Maradiaga y se convirtió en un cuadro de confianza en la custodia de cientos de toneladas de cocaína desde el departamento de Colón hacia occidente; además, tenía acceso a información sobre el papel de las fuerzas de seguridad en el combate a la narcoactividad.

Cada vez que se movilizaban estupefacientes rumbo a la zona oeste de Honduras, los Cachiros se ponían en contacto con Zelaya Romero para que los ayudara en funciones específicas, por lo que desplazaba a agentes y oficiales para eliminar cualquier retén en el camino.

«Al hacerlo, el acusado ayudó a garantizar el paso seguro de toneladas y toneladas de cocaína, (que se convirtieron en millones de dosis individuales que se vendieron) en las calles de Nueva York. De hecho, Leonel (Rivera) estimó datos de un ensayo reciente de que los Cachiros distribuyó más de 130 toneladas de cocaína para su eventual distribución en EE.UU.», añadieron los fiscales.

Más allá de eso -dice el memorando-, el acusado también jugó un papel clave en la violencia que el cártel empleó para eliminar a sus rivales a fin de convertirse en la tercera mayor organización de distribución de drogas.

En cuanto a su papel de jefe de sicarios, la fiscalía neoyorquina indica que habría participado en varios hechos criminales, entre ellos, el asesinato del periodista Aníbal Barrow, ocurrido a mediados de 2013 en la zona occidental de Honduras.

En una entrevista con la DEA, el acusado también admitió su papel en una masacre de 2011 en el aeropuerto internacional de San Pedro Sula. Dijo que los miembros de una banda llamada los Grillos le habían robado a un individuo que quería comprarles 100 kilogramos de cocaína.

«Después del robo, Leonel (Rivera) y los líderes del cártel de los Valle Valle decidieron que necesitaban enviar un mensaje a los Grillos de que esta conducta no sería tolerada… El imputado afirmó que nunca vio a el Sapo (jefe de la banda) salir del aeropuerto, pero cuando caminaba por el estacionamiento, vio al equipo de sicarios ejecutando a sus víctimas… Vio a los asesinos ordenar a sus víctimas que salieran de sus autos, obligarlos a acostarse boca abajo en el pavimento y luego ejecutarlos disparándoles varias veces en la parte posterior de la cabeza y la espalda», se consignó.

La fiscalía espera que el tribunal federal proceda a condenar al exfuncionario, quien se entregó a la justicia de EE.UU. en 2016 junto a otro grupo de policías que tuvieron participación en actividades de narcotráfico junto a los Cachiros, los hermanos Valle Valle y Fabio Lobo, hijo del expresidente Porfirio Lobo.

Uno de los implicados, Víctor Oswaldo López Flores, fue dejado en libertad tras cumplir una corta condena y fue deportado a Honduras.

En tanto, otro de los policías, Juan Manuel Ávila Meza recibió en marzo una pena de 12 años de cárcel y permanece recluido en un penal norteamericano.

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