Ocio y desinterés por el aprendizaje del español prima en los hondureños, según analista

Redacción El Pulso26 abril, 2021

TEGUCIGALPA, Honduras 

(Por: Elvin Elvir) El gusto de leer o el escudriñar la literatura es una actividad que ha pasado a un plano secundario en la actualidad debido a diferentes factores que contribuyen a distraer la atención de los ciudadanos.

El 23 de abril se celebró el día internacional del libro, como un homenaje a Miguel de Cervantes y Saavedra, autor de la obra de Don Quijote de La Mancha, el segundo libro más vendido en el mundo después de la Biblia.

El idioma español es el segundo más hablado del mundo, con 405 millones de hablantes nativos, se habla en 30 países lo que representa el 6.7 por ciento de la población mundial.

Es decir que una lengua tan hablada debe de tener una riqueza en su fonética.

¿Por qué el gusto de la lectura con el paso del tiempo se ha ido deteriorando en la población? Es una pregunta hasta compleja de responder ya que hay falta de interés, aunque los motivos son diversos.

Al respecto, el estudioso de la lengua española, Eber Amador, precisó que los motivos pueden ser el precio de los libros, la imposición y la competencia con otras actividades en el tiempo de ocio, pero la falta mayor es la metodología para transformar para formar lectores.

En este punto muchos educadores lo comprenden, pero no ejecutan técnicas para hacer de los ciudadanos personas con atracción a la lectura, explicó.

Las causas de la falta de lectura -prosiguió- provocan una pobreza aguda de vocabulario, lo que provoca un desorden al momento de escribir y, en consecuencia, se incurren en excesivos errores de puntuación y redacción.

De hecho, la lectura es una actividad que requiere un tiempo específico, pero es difícil en este mundo donde la prioridad es el desarrollo a través del trabajo; cada ser humano cumple un ciclo de vida, pero pasa en su mayoría de tiempo en un puesto laboral y esta es una potencial causa en donde se pierde el gusto por las letras.

Amador citó varios ejemplos para retomar el hábito de la lectura, entre ellas, no hacerla como forma de castigo y que los padres se tomen un tiempo junto a sus hijos con un libro de su preferencia.

Mencionó que la influencia de culturas urbanas en la sociedad a través de películas y música, han contribuido a la perversión del idioma, la generación actual incurre en la distorsión del lenguaje y lo mismo podría pasar con las siguientes, lo que implicaría la creación de acentos y formas gramaticales diferentes a los que se conocen en la actualidad.

Estas serán las causas si continúan las influencias extranjeras sobre el idioma español, añadió Amador.

Finalmente el experto recomienda que la lectura debe de ser una prioridad y no una obligación, para lograrlo se necesita fomentar desde los hogares, las instituciones educativas y con políticas gubernamentales en donde provean la literatura en la población.

«Ahora los libros se pueden obtener en digital y físico, hay que explotar estos recursos para el beneficio de nuestro pueblo ya que una nación sin lectura comienza a perder su identidad cultural y muere lentamente como sociedad», concluyó.

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