Alianzas, ¿para qué?

Redacción El Pulso23 abril, 2021

(Por: René Alfaro) La palabra de moda en el argot político hondureño es alianza, término utilizado para determinar el consenso de uno o mas partidos políticos para participar de forma conjunta en alguno o varios niveles electivos, en las elecciones generales del último domingo de noviembre del presente año.

Los pactos no son nuevos, la primera surgió en 2013, entre la Unificación Democrática y el Frente Amplio Político Electoral en Resistencia -hoy llamado Frente Amplio- la cual no tuvo, ninguna significancia en cuanto a resultados, la segunda, aconteció en 2017, donde Libre y el Partido Innovación y Unidad fueron juntos en la fórmula presidencial, la que fue encabezada por el ingeniero Salvador Nasralla, quien había perdido el control del Partico Anticorrupción.

Los efectos de este pacto, se tradujeron en una nutrida cantidad de votos, que llegó a reclamar la victoria, con manifestaciones en todo el país, pero que después de varias semanas, el órgano electoral daba como ganador al Partido Nacional de Honduras, hecho que puso en entredicho la transparencia del conteo y se tradujo en una crisis institucional.

En la actualidad se gestan varios acuerdos, uno de ellos es: «Creciendo para el Cambio» (CREO), la cual aglutina a las agrupaciones: Democracia Cristiana (DC), Unificación Democrática (UD), los recién creados Rescatemos Honduras, Todos Somos Honduras y la corriente nacionalista del expresidente Porfirio Lobo Sosa, Todos por el Cambio, está, no tendrá ninguna incidencia en la puja por el mando de la nación.

Las otras dos son: el binomio Yani Rosenthal y Xiomara Castro, la cual asegura estructuras fuertes a nivel nacional, con más de un centenar de alcaldías a su favor, pero que dentro de los retos que tiene, es evitar la fuga de electores inconformes por la fusión de estas dos fuerzas políticas y decantar al voto independiente.

La otra, es conformada por el partido Salvador de Honduras, una facción del Partido Liberal representado por Luis Zelaya, segmentos de Libre personificadas por Nelson Ávila y Wilfredo Méndez, se podrían sumar el PINU, la doctora Suyapa Figueroa, presidenta del Colegio Médico de Honduras y algunos otros sectores sociales, esta presenta la carencia hasta el momento, de una organización robusta a nivel nacional, teniendo el tiempo como su mayor enemigo, pero, tiene la posibilidad de acaparar un segmento importante del elector sin partido.

La pregunta, que deben hacerse los ciudadanos es, ¿para qué? Se desean conformar las diferentes coaliciones, si el objetivo que persiguen es el cambio de administración, para destronar a los cachurecos, estarán dejando muchos cabos sueltos, que haciendo una analogía, se podría decir, representan la letra pequeña de los contratos, que casi nadie acostumbra a leer y que contienen una serie de detalles poco atractivos para quien se adhiere a ellos.

Un convenio, sin que esté claro, cual sería el perfil de los nuevos miembros de la Corte Suprema de Justicia, los parámetros que se seguirán para su escogencia, los cuales deben ser opuestos al simple reparto de cuotas como se acostumbra desde antaño, para acabar de una vez por todas con la justicia selectiva.

Es necesario conocer, los criterios para la conformación del gabinete de gobierno, los nuevos miembros de organismos como: Tribunal Superior de Cuentas, Instituto de Acceso a la Información Pública, Comisionado de Derechos Humanos, Unidad de Política Limpia, presidencia del Congreso Nacional, que implique la democratización interna de ese poder del Estado, el control de los sueldos, salarios y viáticos exorbitantes que reciben funcionario de alto perfil.

El compromiso tiene que incluir, la definición del modelo económico que se aplicará, porque de continuar con el actual, la desigualdad, exclusión, marginamiento y más pobreza estarán a la orden del día. Otro elemento a determinar, es que se hará con las contratas suscritas que comprometen el futuro de generaciones, si se continuaran promoviendo las Zona de Empleo y Desarrollo Económico que ponen en riesgo la soberanía nacional y la unidad territorial.

Cual será el destino de las sociedades estatales como: La Empresa Hondureña de Telecomunicaciones HONDUTEL, Empresa Nacional de Energía Eléctrica ENEE, para citar dos ejemplos, que operan en números rojos y han sido sometidas a un proceso sistemático para llevarlas a la ruina.

Cualquier anuncio de alianza, sin trazar las líneas a seguir sobre las cuestiones aquí planteadas y otros tópicos importantes, únicamente conducirán a una conmutación de gobernante, sin modificaciones sustanciales; será un mero circo electorero, que llevará a la ciudadanía a embarcarse nuevamente en una empresa que dejará dividendos, únicamente a los que estén cerca del círculo jerárquico, sin traducirse en el beneficio colectivo de la hondureñidad.

El tiempo para convenir una asociación es corto, la misma debe estar lista a mas tardar el 27 de mayo, antes de la convocatoria a los comicios generales que hará el Consejo Nacional Electoral, de no lograr llegar a consensos, la oposición llegará fraccionada, ante un Partido Nacional, desgastado por los señalamientos de actos de corrupción e involucramiento en actividades del narcotráfico, pero con una masa electoral que ronda el millón de sufragios, que podrían bastarle para continuar cuatro años más, rigiendo los destinos de esta patria.

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