Triunfo de Asfura en primarias muestra que JOH ejerce dominio en el Partido Nacional

TEGUCIGALPA, Honduras 

(Por: Nincy Perdomo) Más allá de los cuestionamientos a los órganos electorales y las falencias detectadas en el proceso, los comicios primarios han revelado la consolidación de varias dinámicas a lo interno de los tres partidos mayoritarios del país. Estas dinámicas no solamente corresponden a los aspectos logísticos de la campaña y la movilización electoral, sino que también muestran la distribución del poder en cada uno de los partidos. 

El Observatorio del Poder efectuó una observación sobre el proceso electoral primario del 14 de marzo anterior y un seguimiento a los resultados, que, aún con las objeciones suscitadas por las candidaturas en disputa, muestran líneas políticas claras que seguirán en juego en noviembre de 2021. En esta ocasión, se analizó los resultados del Partido Nacional que otorgaron una apabullante victoria al precandidato presidencial, Nasry Asfura, y al movimiento que finalmente aceptó encabezar a finales de 2019. 

A primera vista, la contienda en el oficialismo aparentaba estar bastante balanceada. Por un lado estaba Mauricio Oliva, presidente del Congreso Nacional en dos períodos consecutivos, quien había venido aproximándose a una campaña por la presidencia desde el período anterior, pero que hasta este proceso se concretó. Por el otro lado estaba el edil capitalino Nasry Asfura, quien también fue mencionado en varias ocasiones como posible precandidato presidencial pero no fue hasta noviembre de 2019 que el alcalde aceptó la propuesta de David Chávez, hasta entonces vocero principal del movimiento, para integrarse a Unidad y Esperanza como presidenciable. 

Ambos precandidatos cuentan con largas trayectorias en las instituciones públicas del país. No obstante, entre ellos habían diferencias significativas: Oliva es procedente del sur del país, mientras que Asfura es capitalino. En la tradición política hondureña, esto también es significativo, ya que los presidentes electos durante la época democrática del país han sido, en su mayoría, de la capital, pese a que en los últimos cuatro gobiernos se ha visto esa tendencia revertirse. Otra diferencia importante es que, hasta 2020, únicamente Oliva había sido señalado de ser investigado por actos de corrupción por la MACCIH, que en 2020 dejó el país; al comenzar la campaña electoral, investigaciones del Ministerio Público que involucran al alcalde capitalino fueron reveladas. Un elemento, sin embargo, sobresale y es clave: Asfura contaba con el apoyo tácito de la presidencia de la república.

RESULTADOS. Los datos que el Consejo Nacional Electoral ha publicado, con el 99 por ciento de las actas escrutadas, muestran una tendencia indubitablemente a favor de Nasry Asfura y a Unidad y Esperanza

Proporción en los tres niveles electivos de candidaturas electos – PNH. Gráfico: Nincy Perdomo

De acuerdo a esta proporción, únicamente un 27.7 por ciento de los 444 cargos de la planilla presidencial, legislativa y municipal son para postulantes de la corriente Juntos Podemos. El resto están en Unidad y Esperanza. Al revisar las proporciones en estas tres escalas, la tendencia se mantiene. 

Proporción PNH Nivel Presidencial. Gráfico: Nincy Perdomo
Resultados PNH Legislativo por Corriente. Gráfico: Nincy Perdomo
Resultados PNH por Corriente – Nivel Municipal. Gráfico: Nincy Perdomo

Al revisar estas proporciones por departamento, se puede visualizar que a pesar del fuerte apoyo que Oliva y Juntos Podemos tuvieron en los departamentos del sur de Honduras, éste fue sobrepasado en el resto del país:

Resultados PNH Presidencial por Departamento. Gráfico: Nincy Perdomo

En la boleta presidencial, la mayor carga de votos para Nasry Asfura estuvo en Francisco Morazán, Cortés y, sorprendentemente, Choluteca.

Resultados PNH por Departamento – Nivel Municipal. Gráfico: Nincy Perdomo

En el nivel municipal, Unidad y Esperanza colocó la mayor cantidad de candidaturas a los gobiernos locales en los departamentos de Francisco Morazán, Lempira y Santa Bárbara. En el caso de Juntos Podemos, los departamentos con mejores resultados fueron Valle, el único departamento donde la corriente del actual presidente del Legislativo colocó todas las candidaturas, Choluteca y Santa Bárbara. 

Comparativo por Departamento a Nivel Legislativo – PNH. Gráfico: Nincy Perdomo

En el nivel legislativo influye el número de diputados designados por departamento. No obstante, es importante mencionar que Unidad y Esperanza se llevó todas las candidaturas en Francisco Morazán. Intibucá, Lempira, Islas de la Bahía, La Paz, Olancho y Yoro. En el caso de Juntos Podemos, los departamentos con mejores resultados fueron Valle, donde nuevamente colocaron todas las candidaturas, Cortés y Choluteca. 

De los 66 diputados nacionalistas que aspiraban a la reelección, 51 han logrado la candidatura. Ambas corrientes tuvieron un índice superior al 50 por ciento de reelección en candidaturas que ostentaron o actualmente ostentan una diputación. Sin embargo, el movimiento Unidad y Esperanza supera con creces el 50 por ciento, llegando a un índice de 90 puntos. 

Proporción de Reelección a Nivel Legislativo – PNH. Gráfico: Nincy Perdomo

 

Proporción de Reelección a Nivel Legislativo en Juntos Podemos – PNH. Gráfico: Nincy Perdomo.
Proporción de Reelección a Nivel Legislativo en Unidad y Esperanza. Gráfico: Nincy Perdomo

El índice de reelección en el nivel legislativo también está afectado por el número de precandidaturas en cada una de las corrientes. La mayor parte de quienes buscaban la reelección se encontraban en las planillas de Unidad y Esperanza

¿POR QUÉ GANÓ NASRY ASFURA? A la luz de los datos anteriores, se evidencia que el apoyo desde la presidencia de la república fue fundamental para Nasry Asfura, y la gestión de ese apoyo tiene nombre y apellido. En Francisco Morazán, el responsable de la movilización electoral fue el actual candidato a la alcaldía capitalina, David Chávez, quien desde su trayectoria en diferentes instituciones del Estado ha creado y mantenido una sólida estructura, particularmente en la zona urbana del Distrito Central. El respaldo de Reinaldo Sánchez, quien fungió en este período como en el anterior como encargado de la Secretaría de Desarrollo e Inclusión Social (Sedis), rindió frutos para Asfura no sólo en el departamento de Olancho, sino en varias regiones del país. Sánchez fue pieza clave para la campaña de Asfura en tierra adentro. El apoyo del departamento de Lempira, cuna de Juan Orlando Hernández,  a las precandidaturas de Unidad y Esperanza, es también elocuente. 

En el caso de Juntos Podemos, se revelan los bastiones de Mauricio Oliva: Valle, Choluteca y Cortés. En Valle, el liderazgo del actual secretario del Congreso Nacional, Tomás Zambrano, le dio a Oliva su éxito más completo, mientras en Cortés el actual alcalde y candidato Armando Calidonio mantuvieron sus cuotas de poder. 

Lo anterior deja al descubierto lo siguiente: Juan Orlando Hernández sigue siendo un líder indiscutible en el Partido Nacional, y su fuerza continúa determinando el futuro del partido. La victoria certera de Nasry Asfura no habría sido posible sin una línea directa de apoyo por parte de Hernández.

No obstante, no se puede pasar por alto que la sentencia del exdiputado Juan Antonio Hernández, hermano menor del mandatario, a cadena perpetua más treinta años consecutivos en la Corte del Distrito Sur de Nueva York por narcotráfico, es un golpe fuerte a la credibilidad del régimen, especialmente en lo que respecta a la política exterior y a la opinión pública general dentro del país. Sin embargo, al considerar las características de las estructuras electorales del Partido Nacional, existe la posibilidad de que la sentencia de Antonio Hernández no tenga las mismas repercusiones que se observan fuera del partido. Hasta el momento, los funcionarios se han adherido al discurso de la presidencia que toma como “injusta” la sentencia. 

VOTOS BLANCOS Y CLIENTELISMO. Otro elemento importante a señalar es que el Partido Nacional es el órgano político con el mayor porcentaje de votos blancos y nulos de los tres partidos en contienda. El uso de los votos blancos y nulos como mecanismo de expresión de la inconformidad ciudadana generalmente está más relacionado a los comicios generales y no es particularmente habitual en las elecciones primarias. En el oficialismo, sin embargo, muestra indicios de cómo el sistema clientelar utiliza a los empleados públicos como recursos partidarios. La obligación de votar en una elección primaria a cambio de mantener un empleo no es una práctica democrática, y muy poco hace para alentar la afiliación a una candidatura, lo que resulta, precisamente, en votos nulos y blancos. 

En conclusión, Juan Orlando Hernández continúa siendo la fuerza detrás del Partido Nacional, y el líder que determinó el triunfo de Nasry Asfura. La pregunta que queda, no obstante, es si la candidatura del edil capitalino se mantendrá hasta noviembre de 2021.

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