(Por: Óscar Esquivel) En la sentencia de Juan Antonio Hernández alias Tony, hermano del presidente hondureño Juan Orlando Hernández, el juez a cargo del caso mencionó varios términos que nos llamaron la atención. COSA NOSTRA y NARCO ESTADO de este último ya nos hemos referido en el cercano pasado en donde, Honduras, Colombia y México entre otros, a nuestro criterio son narco estados, patrocinados por los mismos EE.UU. Un narco estado no es más que la institucionalidad de un país funcionando al servicio de los que se dedican al trasiego ilegal de drogas, armas, personas. Estas personas integran LA COSA NOSTRA.
La Cosa Nostra es una organización criminal integrada por familias las que no tienen colores políticos, religión, raza. Sólo tienen negocios. Esta organización no es que opera al margen de la ley, sino bajo su protección. Sus miembros pueden ser banqueros, políticos, magistrados, diputados, jueces, abogados, policías, militares y cualquier persona desde cierto poder económico, político y social.
El término Cosa Nostra no es un concepto nuevo viene desde hace muchos años atrás. Mario Puzzo en su novela El Padrino menciona a través del juez que lleva el caso de Michael Corleone denominándolo como miembro de la Cosa Nostra. Michael Corleone en su intervención le pide al juez tome consideración la sexta enmienda. La misma que solicitó Tony Hernández minutos antes de ser sentenciado a cadena perpetua más 30 años, misma pena que recibió el Chapo Guzmán.
La sexta enmienda sostiene que “en todo proceso penal, el acusado va a gozar del derecho a un juicio público y rápido, a cargo de un jurado imparcial del Estado y el distrito en donde se haya cometido el delito. Un jurado debe alcanzar un veredicto unánime a fin de emitir una condena”. El derecho a un abogado, Tony alegó hasta último momento ser inocente y que su abogado no lo representó como debía.
Siguiendo el hilo de la novela de Puzzo era un deseo de Vito Corleone que sus negocios algún día fueran legales y que su familia ya no fuera señalada como asesinos. Ese día sin haberlo visto El Padrino llegó, aniquilando por completo la institucionalidad de un país. Colocando los poderes de un Estado como Poder Ejecutivo, Legislativo, Judicial y demás dependencias a su servicio. ¿Cómo se llegó a estos niveles? Esta interrogante requiere un análisis más profundo, pues no es desde ahora que la Cosa Nostra se ha venido fortaleciendo. Lo que sí podemos deducir es que disminuirá o se camuflará por su misma naturaleza de poder.
La estructura criminal por su naturaleza capitalista está por encima de banderas partidarias. Navega bajo cualquiera de ellas. Es enemiga de las mayorías por sus intereses particulares y no por el bien común.
La Cosa Nostra al aniquilar el Estado a través del secuestro de sus instituciones priva al hondureño de tener educación, salud, empleo, vivienda, inversión social. La cosa Nostra debe ser combatida desde las limitaciones propias de las mayorías. El voto es una herramienta de la que se puede valer las mayorías para restarles poder.
Hay aún hondureñas y hondureños desde cierta posición de poder, desde cierta comodidad que pueden contribuir a recuperar este país por hoy secuestrado, hacienda particular de unos pocos. La Cosa Nostra no tiene colores partidarios, en esa medida el pueblo hondureño debe saber elegir en las próximas elecciones de noviembre.
