TEGUCIGALPA, Honduras
El presidente Salvadoreño Nayib Bukele reveló que se opuso a la instalación de hospitales móviles en su país y que el tiempo le dio la razón, al trasluz de la corruptela descubierta en Honduras con la adquisición de módulos de aislamiento para pacientes positivos al coronavirus.
A través de su cuenta de Twitter, el dignatario aseveró que “lo que proponían hacer en El Salvador. Gracias a Dios, no los escuchamos”, al citar la publicación de un periódico sampedrano en el sentido que uno de los interventores de Investh admitió que el multimillonario producto es inservible.
Al respecto, el periódico El Salvador, órgano de propaganda de Bukele, reseñó que los interventores de Investh han «reconocido que la implementación de hospitales móviles no ha sido apta para la atención de pacientes de covid-19».
«Según medios hondureños, se han instalado siete hospitales móviles: tres de ellos con 91 camas y cuatro con 51… el presidente de la República, Nayib Bukele, destacó la firmeza del Gobierno de El Salvador de no adoptar la modalidad de hospitales móviles para el manejo de la pandemia y concentrar esfuerzos en la construcción y equipamiento del Hospital El Salvador», explicó el medio oficialista.
Aprovechó la crítica para para hablar sobre el citado centro asistencial, el cual es reconocido en el mundo «por ser una de las estrategias más efectivas en el manejo de la pandemia… Ha sido reconocido en el mundo, principalmente por la Organización Mundial de la Salud (OMS)».
A la fecha, de los siete hospitales adquiridos de manera truculenta a Elmed Medical Systems, apenas operan el de San Pedro Sula, mientras que el anexo al capitalino Instituto Nacional Cardiopulmonar fue transferido al Hospital Escuela y será utilizado para la atención de otras patologías no relacionadas con el SARS-CoV-2.
El interventor presidente, José Ernesto Leva, reconoció hace algunos días que la adquisición del controvertido bien durante la administración de Marco Bográn, está plagada de corrupción y responsabilizó al proveedor porque, aún trascurrido un año desde su compra, no funcionan.
Cabe recordar que el 18 de marzo del año anterior, Bográn anunciaba la compra expedita de siete hospitales modulares y de siete plantas de tratamiento de residuos médicos, lo que representó un costo de un mil 159 millones 346 mil 755 lempiras, sin contar los gastos de traslados y acondicionamiento de los predios donde fueron colocados los contenedores.
Para el general en condición de retiro, la compra de los recintos es una estafa, tal como lo evidenció El Pulso en una exhaustiva investigación.
“Sí, es la peor estafa porque cuando uno compra llave en mano tiene que ser en tiempo y forma y de acuerdo a lo pactado y más cuando se paga por adelantado y ninguna de esas tres cosas se ha cumplido”, aseveró.
Leva pidió disculpas a la sociedad por incumplir las fechas que prometieron estarían habilitados los contenedores para atender pacientes portadores del SARS-CoV-2 o covid-19, pero se lavó las manos al responsabilizar al guatemalteco Axel López, propietario de la empresa Elmed Medical Systems de incumplir con lo pactado de buena fe.
“Le pido disculpas al pueblo hondureño, nuestro trabajo es siempre tratar de reparar lo que se hizo mal cuando nosotros no estuvimos. La negociación no fue la mejor y nos pone en desventaja ante el proveedor cuando el proveedor no quiere cumplir en tiempo y forma”, justificó.
