(Por Óscar Esquivel) Karla Lara, orgullo nacional, canta una canción que en una de sus partes dice: “…ahora qué hacemos con eso que un día creímos un gran amor y nada resultó o fue un sueño o un gran error…”. La letra me confío Karla fue escrita por Guillermo Anderson.
¿Ahora qué hacemos? Es la pregunta que nos hacemos una buena parte de la población consciente del país después de las elecciones primarias y sus resultados. Siendo optimistas diremos que con plantearnos tal interrogante ya es un gran avance, pues en los últimos años desde 1982 hacia acá hemos acudido a las urnas con la sensación de cambios: Los rojos son diferentes que los azules o viceversa. Ignorando que los gobiernos estadounidenses, empresarios y políticos sinvergüenzas, no han tenido color político sino, intereses en particular. Así que el darnos cuenta que son la misma… como dice el también cantautor conocido como Mario de Mezapa en su canción La Huelga.
El conocimiento que las elecciones son una farsa por una parte de la población ya es un avance, pero no basta. No basta porque hace falta que la gran mayoría de la población lo sepa y que en función de ese conocimiento actúe. Hay una frase que se le acredita a Fidel Castro, quien en su momento dijo que prefería que se hundiera la isla, antes de entregársela al imperialismo gringo. Reflexión que hago en el marco de la disyuntiva en la que, por un lado, unos plantean que hay que terminar de entregarnos a los gringos (culpables en gran parte de nuestros males). Los que proponen esta idea creen que se nos ha olvidado que el golpe de Estado de 2009 fue avalado por Estados Unidos y que han sido patrocinadores de Juan Orlando Hernández y lo que representa. En los procesos electorales era común ver a Lisa Kubiske y Heide Fulton.
Los que carecen de virilidad en el espinazo pretenden hacernos creer que siendo colonia gringa automáticamente se tendrá nacionalidad estadounidense y con ello los beneficios que esto con lleva. Deberían de decir que también hay pobres y por millones, violencia entre otras hierbas. Puerto Rico con el huracán Katrina puede ser un ejemplo de cómo Estados Unidos trata a sus colonias.
Por otro lado, plantean que se pacte con los mismos de siempre: narcos, lavadores de activos, corruptos (pandoros) sinvergüenzas en general. ¿Qué cambiaría? Quitar a unos para poner a otros con la sensación que hay cambios. ¿Es que no se han dado cuenta que el pueblo hondureño demanda cambios reales? ¿Qué ya no pueden seguir reproduciendo fraudes sin que éstos sean señalados? El pueblo hondureño ha caminado por el desierto electoral por 38 años ¡se les acabo el espejismo!
Los que hemos venido luchando desde nuestros insignificantes espacios por una Honduras soberana, por un país propiamente dicho, son inconcebibles las declaraciones públicas de algunos que añoran las cadenas imperialistas. Como también es intolerable que por otro lado ser pacte o se guiñe el ojo a personas que son parte de lo que se combate en el país: narcotráfico, corrupción, ineficiencia.
Nos negamos a ser colonia gringa, nos negamos a poner un parcho aún país que se desangra por sus cuatro costados.
¿Entonces, qué hacemos? Seguir creyendo en las utopías de la liberación, soberanía. Y no basta con creer, sino que actuar en función de ellas, para que muy pronto se hagan realidad.
