En el séptimo día del juicio contra el narcotraficante hondureño Geovanny Fuentes Ramírez, un contador reveló que Juan Orlando Hernández recibió 25 mil dólares para financiar campaña política de 2013 a cambio de protección.
Además, afirmó que el gobernante le dijo que “estaban robando mejor que en tiempos de (expresidente Rafael Leonardo) Callejas”.
El testigo clave de los fiscales estadounidenses, nombrado con el seudónimo de José Sánchez, narró ante un tribunal federal de Nueva York que fue parte de reuniones que sostuvo Fuentes Ramírez con el presiente Hernández donde se entregó sobornos, se negoció protección y operaciones de la narcoactividad.
Según el declarante de 45 años, tuvo que huir de Honduras debido a que era el contador de la empresa Graneros Nacionales, propiedad del empresario Fuad Jarufe, y tenía información que ponía en riesgo la vida de él y su familia.
En su testimonió aseguró que “no podía creer lo que estaba viendo en ese momento”, cuando Hernández llegó a la reunión con Fuentes Ramírez quienes se sentaron a discutir temas de narcotráfico y que el acusado llamaba al gobernante como “Juanchi”.
Solo personas cercanas lo nombran así, afirmó Sánchez.
El declarante aseguró que Hernández se jactó de haber saqueado el Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) y “estar robando mejor que en los tiempos de Callejas”.
También reveló que el mandatario le pidió a Fuentes trabajar junto a él y que no se preocupara que le otorgaría la protección de la fiscalía a través de Óscar Fernando Chinchilla y por medio del Congreso Nacional creando leyes con la venia de Mauricio Oliva, inclusive la posibilidad de eliminar la extradición.
De igual forma, le prometió utilizar militares para transportar la cocaína y “cuando los gringos se dieran cuenta” ya habrían eliminado la extradición.
En esa misma reunión, le dijo a Fuentes Ramírez que ahora se comunicaría ahora con Juan Antonio Tony Hernández, hermano del presidente, para ser el enlace con el narco laboratorio y que este llegaba en helicópteros de las FFAA y uno de color azul que podría ser el mismo que se presentó en el caso contra el excongresista.
El contador aseguró que en la misma reunión Hernández dijo que “le iba a meter la droga a los gringos hasta por debajo de la nariz y no se darían cuenta”.
Al concluir la reunión, el gobernante sacó un maletín negro con paquetes de dólares, en su mayoría de denominación de 20 dólares, y le dieron el dinero al contador quien sumó alrededor de 15 mil dólares y los cambió en lempiras.
En la segunda reunión reveló que Hernández recibió otro soborno por diez mil dólares, además de haber escuchado que buscaría una estrategia para pasar 25 años en el poder queriendo darle mayor sosiego a Fuentes Ramírez.
Asimismo, contó que el alcalde de Choloma, Leopoldo Crivelli, estuvo presente en la segunda reunión y Hernández le preguntó si se iba a reelegir a su cargo, esto en 2013, y este le respondió que “la gente se está avivando”.
Hernández le dijo que no se preocupara que “con una cerveza y una carnita vendían su voto”.
Una vez concluida la reunión, Hernández se quedó a tomarse un trago revisando el teléfono y esperando que el contador terminara de cambiar los dólares por monedas nacionales y otras cantidades en cheques.
Según el abogado Eylan Schulman, Jarufe era «un mentor de negocios» para Fuentes Ramírez quien lo presentó con Hernández y otros políticos y se convirtió en la persona que lavó el dinero proveniente de la narcoactividad.
