El representante empresarial en la Mesa Multisectorial, Alden Rivera, planteó como una medida posponer el feriado de Semana Santa 2021 debido a la pandemia del SARS-CoV-2 tal como aconteció en 2020 cuando se suspendió el asueto.
Rivera señaló que debido al aumento de contagios del covid-19 y la saturación de los hospitales públicos del país posponer el asueto de la semana mayor es una opción viable para evitar la propagación del patógeno.
“Dada la situación del país y la necesidad de ver con esperanza hacia el futuro, es importante tomar decisiones para cuidar la salud del pueblo hondureño. Posponer el feriado de Semana Santa para un mejor momento, es una medida responsable y sería. Hagámoslo por Honduras”, expresó.
El exsecretario de Desarrollo Económico consideró factible posponer los feriados del 28 de marzo hasta el 3 de abril para el último trimestre del año donde posiblemente la población ya tenga acceso a la vacuna contra el coronavirus y los casos disminuyan.
“Si Dios lo permite, en las próximas semanas podríamos estar disminuyendo los niveles de contagio presentes en el país y, con ello, protegiendo la vida de los hondureños. Si esto se logra, sumado a la posibilidad de iniciar un proceso de vacunación debemos cuidar de esta situación de mejoría y para ello sería importante tomar decisiones como posponer el feriado de Semana Santa probablemente para el último trimestre”, detalló.
Cabe señalar que el turismo es el más afectado a causa de la pandemia; los hoteles se vieron obligados a suspender sus actividades debido a la cancelación de la Semana Santa reportando pérdidas de más de mil millones de dólares el año anterior.
Según la Cámara Nacional del Turismo, en 2019 se reportaron ingresos por más de 850 millones de dólares con el ingreso de 900 mil turistas extranjeros.
Ese mismo año, la Secretaría de Turismo indicó que más de 3.7 millones de hondureños se movilizaron en Semana Santa, además de 77 mil 017 extranjeros, dejando una derrama económica de ocho mil 500 millones de lempiras.
En 2018, al menos 3.5 millones de turistas dejó una derrama económica de siete mil millones de lempiras superando la meta que se había estimado para ese año.
