Según el Observatorio Nacional de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), cada 26 horas es asesinada una mujer en el país y en lo que va del presente año ya se registran 26 femicidios, uno de estos a manos de funcionarios de la Policía Nacional.
Solo en 2019, al menos 390 damas fueron víctimas de femicidios mientras que en 2020 se registraron 279 además de 105 mil denuncias por violencia, incrementándose a causa del confinamiento decretado por el gobierno de Juan Orlando Hernández para evitar la propagación del covid-19.
En los últimos 16 años el Observatorio de la Violencia contabilizó seis mil 414 mujeres asesinadas a manos de hombres, 26 en los primeros meses de 2021.
“Mueren tantas mujeres que difícilmente hay un proceso de investigación para cada uno de los casos. Cuando no se garantiza el derecho a la vida y menos cuando está en custodia de elementos policiales es una clara violación a los derechos humanos que juraron servir y proteger”, expresó la directora del organismo, Migdonia Ayestas.
En los últimos cinco años, al menos mil 907 mujeres han sido víctimas de femicidios con un promedio de 381 asesinatos anuales y más del 90 por ciento se encuentran en la impunidad, según la organización Calidad de Vida.
“Ya no queremos seguir contando mujeres asesinadas exigimos se prioricen las investigaciones de femicidios en el país y se ponga a los criminales entre los más buscados para hacer efectiva su captura”, sostuvo la defensora de DDHH, Ana Lizeth Cruz.
Enfatizó que la violencia contra la mujer es promovida desde los tomadores de decisiones en el país y desde los púlpitos de las iglesias debido a que “fomentan el supuesto derecho que creen tener de superioridad sobre la mujer”.
“Las mujeres anhelamos vivir libres de violencia. Hoy puede ser una desconocida, mañana puede ser tu hija, tu hermana, tu parienta; todos y todas debemos luchar contra la violencia”, persuadió.
La activista defensora de derechos humanos y coordinadora del Comité de Familiares Desaparecidos de Honduras (Cofadeh), Berta Oliva, denunció que en el país existe una práctica de terror contra las mujeres que la sociedad ve como normal.
“Lo que aquí hay es una práctica de terror y una política de odio contra las mujeres que luchan, que reclaman, que demandan, debemos alzar la voz sobre esto. Los asesinatos de mujeres son parte del paisaje normal de Honduras pero para nosotras nunca va a ser normal cuando se atentan contra ellas”, dijo.
Por su parte, la directora de la organización Visitación Padilla, Merly Eguigure, reconoció que los femicidios continuarán si el Estado no toma partida por lo que pidió a la población no seguir de “brazos cruzados”
“No podemos seguir tolerando que las mujeres mueran, que sufran violencia y que la sociedad esté de brazos cruzados. La violencia contra las mujeres y su manifestación más extrema que son los feminicidios siguen imparables en este país y van a seguir ocurriendo mientras no exista voluntad política para atender este tema”, sostuvo.
