Familiares del primer paciente fallecido en el hospital móvil de Tegucigalpa denunciaron que las autoridades expusieron a su pariente contagiado del covid-19, lo que agravó su condición de salud.
En cambio, funcionarios de la Secretaría de Salud y del Hospital Escuela explicaron las supuestas causas por las que murió luego que fuera llevado a los módulos que operan anexos al Instituto Nacional Cardiopulmonar.
Al respecto, el subsecretario de Salud, Fredy Antonio Guillén, quien tiene la responsabilidad de poner en funcionamiento los siete hospitales móviles, aclaró que la víctima perdió la vida en el Hospital Escuela.
Sin embargo, no se pronunció sobre el traslado que realizaron el pasado viernes cuando expusieron a la paciente para cumplir con la presión social de habilitar el recinto sanitario.
“El paciente no falleció en las instalaciones del hospital modular como lo han dicho muchísimos medios; se les dejó claro que el paciente no murió en las instalaciones; fue el domingo en el Hospital Escuela y las autoridades tomaron en consideración volverlo a trasladar se actuó de forma inmediata”, dijo.
Por su parte, el subdirector del centro asistencial, Franklin Gómez, explicó que el patógeno puede provocar que paciente estable pueda sufrir descompensación y fallecer en cuestión de minutos.
“El paciente tenía diabetes como enfermedad de base. Lo que pasa es que con el covid-19 aunque un paciente está estable, puede generar una descompensación metabólica en minutos u horas aunque hayamos hecho el protocolo. Hemos tenido pacientes que han estado relativamente estables en triages y en minutos se descompensan, los trasladan y muchos de ellos han fallecido”, justificó.
El comerciante Franklin Obdulio Díaz Escoto, de 48 años, originario del municipio de Cedros, situado a unos 100 kilómetros al noreste de la capital, fue trasladado hacia el Hospital Escuela el pasado 28 de enero y un día después lo trasladaron al hospital móvil.
Horas después fue devuelto a la emergencia al Hospital Escuela y el sábado 30 perdió la vida.
“Él se encontraba estable y luego fue trasladado para que se complicara. Luego, él regresó y eso lo complicó más y falleció lamentablemente. Me doy cuenta que lo trasladaron porque él estaba consciente y se comunicó con nosotros para informarnos que sería trasladado”, dijeron los familiares.
“No sé quién tomó la determinación o decisión de trasladarlo cuando él se encontraba estable. Debería de haber alguien para informar si de verdad ellos están preparados para recibir pacientes tan complicados y hacerse responsables que lo van a mantener estable y no como lo que pasó con mi tío”, denunció Sileny Díaz, sobrina de la víctima.
Según el Consejo Nacional Anticorrupción (CNA), este centro asistencial no se encuentra en las condiciones mínimas para una buena atención a pacientes portadores del virus y “en lugar de recuperar la vida de las personas, podría empeorar el estado de salud de los pacientes y el personal médico”.
“Estamos frente a la estafa del siglo”, expresó la titular del ente de sociedad civil, Gabriela Castellanos, al exponer alrededor de 40 irregularidades en la infraestructura y equipamiento del hospital móvil, entre estás: módulos con óxido y acumulación de agua en el techo; aplicación de selladores impermeabilizantes en los techos; área de estacionamiento vehicular insuficiente para personal y camión de basura.
También hallaron que la ruta de evacuación de cadáveres inadecuada, un sistema de climatización no adecuado por la naturaleza del coronavirus y aparatos de climatización VRF-AHU que no funcionan.
Las áreas de cuidados intensivos no cuentan con suficiente espacio; no hay vastos equipos de bombas de infusión peristáltica y bombas de infusión por jeringa; óxido y corrosión en juntas de paneles de puertas de accesos de todo el recinto; se verificó que no hay lavamanos en las unidades de cuidados intensivos, entre otras.
