Vae victis!: Borjas se atreve a criticar cúpula de Libre y Zelaya lo tacha como traición

Redacción El Pulso26 diciembre, 2020

El marcado histrionismo y martirologio de la comisionada de Policía en retiro María Luisa Borjas provocó que el exmandatario y coordinador general de Libre Manuel Zelaya le mandara una pesada batería de calificativos… Todo por pelearle la conducción del principal partido opositor.

Durante el sorteo de las planillas que convocó el Consejo Nacional Electoral (CNE), Borjas habló sin ambages de que es necesario «democratizar a Libre».

«Necesitamos que la democracia fluya dentro de nuestro partido. (Manuel Zelaya) debe dar ejemplo de transparencia rendición de cuentas, democratización y por ese cambio vamos para que Honduras Libre sea la opción para rescatar nuestro país», dijo la exfuncionaria policial y actual diputada.

No perdió el tiempo para exigir cambios en la jefatura de la organización política porque, según ella, «son necesarios para democratizar el partido y vamos a salir más unidos y fortalecidos».

Mientras tanto, al fondo, se escuchaban vítores de sus parciales y muchas voces que decían «viva Mel«; aunque en lo más profundo de su conciencia sabe que no logrará tener el control de Libre y la historia ya indica que quienes han osado disputarle el control al exmandatario se someten a una tormenta de ataques y no logran los votos para convertirse en la voz autorizada dentro de la oposición.

Luego de oír semejante arenga y ataque velado, Zelaya, ni corto ni perezoso se fue de frente contra su rival: «Hablar mal de Libre, de las autoridades, de sus directivos y de sus candidatos, es traición al partido y al pueblo».

En pocas líneas, el líder político dejó claro que él es el mandamás dentro de su propia formación y ay de aquel quien vaya contra sus intereses. ¿Será que se repitió la lapidaria frase del jefe galo Breno cuando impuso su voluntad ante los vencidos romanos al tirar su espada ante la balanza llena de oro y dijo a los perdedores Vae victis!?

Y de inmediato, las reacciones de los leales a Zelaya no se hicieron esperar. Todas fueron de reproche a Borjas, quien sabe que de todos modos no será coordinadora de Libre y su movimiento no llegará a colocar a sus cuadros dentro del Congreso ni las corporaciones municipales.

También comprende que irse de frente contra el expresidente significa automáticamente la muerte política y el desprecio de la mayoría de los simpatizantes rojinegros que son afines a Mel, su familia y su papel en la construcción del partido, surgido por los acuerdos de Cartagena de 2011.

Al fin y al cabo, Manuel Zelaya dirigirá Libre el tiempo que sea necesario, no dejará que nadie le dispute su poder y, cuando decida retirarse, colocará a un afín; la democratización que ansía Borjas tampoco es tan cierto. Los intereses, cuotas de poder e influencia priman y los estatutos son apenas papel mojado.

Además, la comisionada en retiro mantiene en su ADN el espíritu pinochetista que no se lo quitará con militar en la izquierda y decir que tumbará a Juan Orlando Hernández. Sus dichos la han puesto contra las cuerdas más de una ocasión, al extremo de que investigaría a un periodista que se limitó a decir un comentario y cargar contra un banquero al acusarlo de la muerte de Berta Cáceres y que le costó una condena firmada por el mismo presidente del Poder Judicial Rolando Argueta.

¿Habrá división dentro de Libre por estos enfrentamientos? Tal vez, pero todos deben saber que el ícono, personaje histórico, el imprescindible, el necesario y el guía es, ha sido y seguirá siendo Zelaya. O los demás se pliegan a su postura o se convierten en unos viles apestados. Ese es el costo de ir contra la figura emblemática. Acá no cabe aquella máxima pueblerina «si no puedes contra ellos, úneteles».

Tampoco se quedó atrás el precandidato Wilfredo Méndez -quien se opuso a la cuarta urna de 2009- y calificó el misil enviado por Mel a su candidata como acto de desesperación.

«El presidente Zelaya se desesperó y no debió decir eso. Ella dijo que fortalecer la democracia es debate a lo interno… Le dije a Mel que no vuelva a decir eso… Las palabras expresadas muestran esa intolerancia democrática, se han molestado muchísimo. Sí existe esa molestia, les molesta la democracia interna», respondió el también defensor de DDHH.

También soltó otro golpe al coordinador general de Libre tras señalar que no observar los estatutos «es traición».

«Su actitud fue ofensiva, no fue de tolerancia democrática. El presidente Zelaya debe rectificar y somos el único movimiento (que presentamos candidata a la coordinación) y es tiempo que se oxigene con nuevo pensamiento y presentamos a una mujer extraordinaria como María Luisa Borjas».

¿Podrán Méndez y Borjas tomar control del partido de izquierda y desplazar del poder a una persona que nació con la política como estilo de vida…? Eso se definirá en las elecciones de marzo próximo.

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