FFAA fracasan en control del sistema penitenciario; 15 muertos y dos masacres en cárceles en 2020

ABarahona21 diciembre, 2020

Al menos cinco hechos violentos se han registrado al interior de las cárceles hondureñas en lo que va del presente año todos en medio de la pandemia del covid-19 dejando un saldo de 15 reclusos asesinados.

Ese extremo demuestra el fracaso de las FFAA en el control del sistema penitenciario; el gobernante Juan Orlando Hernández dijo en 2019 que recuperaría la gobernabilidad de las prisiones al echar mano de las fuerzas de seguridad y defensa, pero a la fecha esa promesa no se recuperó.

El primer hecho violento del 2020 se registró la noche del sábado 23 de mayo al interior de la cárcel de mujeres de Támara, donde una reyerta dejó el saldo de seis privadas de libertad asesinadas.

Las autoridades del Instituto Nacional Penitenciario (INP), informaron que una convicta provocó un incendio y otro grupo de reclusas aprovecharon el momento para asesinar con arma blanca a seis de sus compañeras dejando heridas a dos más.

Las seis reclusas que fueron asesinadas se encontraban en aislamiento para confirmar o no si eran portadoras de covid-19.

El segundo acontecimiento fue el asesinato de Ricky Alexander Zelaya Camacho conocido con el alias Bóxer Huber quien era el máximo jefe de la Pandilla 18.

En horas de la mañana del 29 de junio, dos miembros de la Mara Salvatrucha ingresaron al módulo de máxima seguridad en el que estaba recluido Camacho quien se disponía a cortarse el pelo.

Otro de los registros de violencia fue el viernes 3 de julio en el presidio de mínima seguridad de El Porvenir, cuando un reo murió en una riña protagonizada por tres sujetos.

El cuarto hecho violento, fue un amotinamiento en la Penitenciaría Nacional en Támara, la mañana del lunes 20 de julio. Un grupo de prisioneros de los módulos 1 y 2 atacaron con armas de fuego a los custodios penitenciarios que dejó un sargento herido.

El afectado fue enviado al Hospital Militar para ser atendido por el atentado que sufrió.

La segunda masacre registrada en 2020 fue el pasado 6 de agosto en la cárcel de máxima seguridad de la Tolva; las propias autoridades penitenciarias informaron que tres reclusos de la Pandilla 18 fueron estrangulados por miembros de la misma estructura. Los responsables del crimen dejaron un mensaje que indicaba «porque tenían cuentas pendientes con el barrio».

El último hecho violento que dejó dos reclusos asesinados y uno herido se cometió el pasado jueves 17 de diciembre en la cárcel de El Porvenir, situada a unos 100 kilómetros al noreste de Tegucigalpa. Una de las víctimas era líder de la MS13.

Se informó que Jairo Orellana Recinos, era uno de los principales cabecillas de Honduras de la mara, quien asesinado junto a otro convicto que respondía al nombre de Evin Donaldo Rodríguez.

Según el informe brindado por la comisión interventora del sistema penitenciario, el detonante para la violencia fue la sobrepoblación penitenciaria ya que en 2012 solo existían 12 mil 588 reclusos mientras que para 2020 la población incrementó a más de 21 mil 700 reos.

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