Falta de reformas y COVID-19 aumentan el alto costo de la “democracia” en Honduras

El Foro Social de la Deuda Externa y Desarrollo de Honduras (FOSDEH), presentó el segundo informe denominado “El costo de la democracia” donde analiza el escenario de las nuevas reformas electorales post-pandemia del Covid-19 y el presupuesto para 2021.

Según los datos revelados en el informe, en Honduras históricamente no ha existido planificación presupuestaria en los procesos electorales recientes. Solo en el año 2017 se aprobó un presupuesto para el extinto Tribunal Supremo Electoral (TSE) de 200 millones de lempiras y se terminó ejecutando más de 1,200 millones.

Para el año 2021, el presupuesto aprobado para el Consejo Nacional Electoral (CNE) corresponde a 1,800 millones de lempiras; Para el Tribunal de Justicia Electoral (TJE) 90.3 millones de lempiras y para el Registro Nacional de las Personas (RNP) se aprobó 824.3 millones, lo que representa más de 2,146.6 millones de lempiras.

Por otra parte, el comportamiento del presupuesto del RNP para el año 2020, se desarrolla marcado su mayoría por la ejecución del “Proyecto Identifícate”, bajo un contexto de pandemia y ambiente preelectoral.

El presupuesto aprobado de 630.4 millones y una modificación presupuestaria del 36.8 por ciento que corresponde a un presupuesto vigente de 862.5 millones, del cual se ha ejecutado el 65 por ciento. para el año 2021, el proyecto identifícate aparte de lo asignado por el crédito del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), también tendrá una asignación de 101.5 millones.

Sobre el presupuesto asignado a la Unidad de Política Limpia, el FOSDEH indica que para 2019 la unidad ejecutó 29,998,071.74 millones de lempiras de 30 millones según su liquidación y se espera que para el 2021 se asigne un mayor presupuesto para cumplir su mandato por el cual fue creada, “al parecer no será así”, cuestiona FOSDEH.

En el tema de reforma electoral, específicamente en la ciudadanización de las Mesas Receptoras (MER) o Juntas Receptoras de Votos el informe indica que se incurriría en un costo de 135,967,500.00 al otorgarle 1,500 lempiras por persona que integre la mesa como un bono de reconocimiento por estar en mesa.

Otro costo que paga el pueblo hondureño es la deuda política que, según las estimaciones del FOSDEH, si se mantiene los mismos votantes del año 2017, el voto con un valor de 43.75 lempiras, se podría llegar a estimar una deuda política de al menos 143.7 millones.

También se contempla otro escenario y es que si se incremente en un cinco por ciento los votantes llegaría a superar los 158.9 millones.

Ante la pandemia del Covid-19, y tomando como referencia las elecciones pasadas, el FOSDEH explica que solo en las elecciones primarias del año 2017 votaron 2,541,456 de personas, sí a esas personas se le hubiese dado un “kit básico de bioseguridad”, como ser guantes y mascarilla, el Estado derogaría 58.45 millones.

Mientras que en las elecciones generales del 2017 votaron 3,284,704 de personas, dicho calculo ascendería a 75.55 millones, sin contar el gel antibacterial de manos.

“El FOSDEH, reitera su compromiso con la sociedad hondureña para que se garanticen los derechos de los ciudadanos a elegir y ser electos, por ello un contexto de pandemia no debe ser obstáculo para hacer valer este derecho. Por lo cual, exige los recursos necesarios para un proceso electoral con las respectivas medidas de bioseguridad no solo para el personal que administrará el proceso, sino también, los votantes”, concluye.