Sor María Rosa Leggol, fundadora de la Sociedad Amigos de los Niños (SAN), conocida por su nobleza y su dedicación a salvar a los más desprotegidos, partió tras una dura batalla luego de que se complicara su salud.
Sor Maria Rosa había vencido el covid-19 a sus 93 años, sin embargo, en horas de la mañana falleció en la capital del país.
Nació en Puerto Cortés en 1926 y a los seis años quedó huérfana, un hecho que marcó su vida. Fue con un grupo de monjas de Alemania que Sor María Rosa encuentra su destino, desde los primeros años de su vida se entrega a la fe y dedicarse a los más necesitados.
Sor Maria Rosa regaló 70 años de su vida para ayudar a la niñez, juventud y comunidades a través de proyectos asistenciales como la Sociedad Amigos de los Niños cuyo deseo fue formar esos hogares para los menores que carecían de ese afecto, que habían sido abandonados, excluidos y en un estado de vulnerabilidad.
La noble mujer les dio el amor y un espacio dentro de su corazón convirtiéndola en un gran ejemplo y viviendo en la memoria, no solo de los niños que rescato, pero también de la sociedad hondureña.
En 1949 recibe sus votos religiosos como miembro de la Congregación de las Hermanas Escolares Franciscanas de la Provincia Latinoamericana y es en 1966 cuando funda el SAN que ha ayudado a más de 80 mil niños con amor, refugio y cariño.
Que descanse en Paz una gran Motagüense, Sor Maria Rosa ya se encuentra en La Paz del señor. pic.twitter.com/nZjdOupCcu
— OrgullosamentMotagua (@OrgulloMotagua) October 16, 2020
También se formó como enfermera con las hermanas en el hospital Policlínico de Comayagüela donde empezó a dar a conocer a las familias y empresarios su sueño de convertir en realidad un hogar para niños huérfanos.
Es así como nace la Sociedad de Amigos para los Niños (SAN), apenas una de las obras sociales que ayudó a muchos niños para salir de esa situación de vulnerabilidad y convertirse en personas guerreras.
Este día fue velada y sepultada en el cementerio Jardines de la Paz, Sor Maria Rosa, varios amigos y familiares estuvieron presentes despidiéndose entre lágrimas pero con un profundo agradecimiento por todas las obras sociales que impulsó.
En redes sociales muchos se unieron a compartir mensajes de condolencia, elevando sus oraciones para su descanso y reconociendo la labor que ha cambiado a miles de vidas hondureñas.
La pandemia nos quita una mujer extraordinaria. En paz descanse la amiga de los niños y de los necesitados, Sor María Rosa.
En medio de la tristeza, también sentimos el orgullo de que Honduras haya tenido una hija excepcional como ella, cuyo ejemplo de generosidad debemos imitar— Juan Orlando H. (@JuanOrlandoH) October 16, 2020
Para muchos, Sor María Rosa fue como la Madre Teresa de Calcuta de Honduras dejando una huella en aquellos niños que crecieron para convertirse en personas entregadas a Dios y aprendiendo a enfrentar las adversidades.