El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) anunció el miércoles una partida de un millón de dólares para apoyar el sistema educativo en Honduras y El Salvador para ayudar a paliar los efectos de la pandemia de coronavirus.
El monto del fondo japonés y –según declaración del BID- “permitirá reducir el impacto del COVID-19 en el aprendizaje para jóvenes vulnerables de ambos países.
El BID informa que se trata de una cooperación técnica “no reembolsable” que busca apoyar “la reinscripción escolar y la recuperación de resultados de aprendizaje”.
En el comunicado, el organismo manifiesta que apoyará a los dos países centroamericanos en sus esfuerzos de regreso a clases, asegurando entornos seguros para el aprendizaje, durante los próximos 24 meses.
«Con apoyo de la Secretaría Ejecutiva del Consejo de Ministros de Centro América y República Dominicana (SE-COMISCA), esta cooperación técnica financiará la compra de insumos de bioseguridad para que las escuelas puedan reabrir de forma segura con las condiciones sanitarias mínimas requeridas», dice el comunicado.
Según estimados de la institución, teniendo en cuenta crisis económicas anteriores, “cerca de un millón de jóvenes no regresarán a la escuela en Mesoamérica”, lo que representa al menos un 19,4 por ciento de aumento en el ausentismo estudiantil.
También destacan que cuatro de cada cinco jóvenes que no regresen a la escuela, son pobres o de clase media vulnerable.
Las dos naciones beneficiadas recibirán apoyo por dos años, con objetivos centrados en asegurar entornos seguros para el aprendizaje y reducir el impacto de la pandemia en materia de escolaridad.
Además “apoyará a las autoridades educativas a desarrollar una estrategia y plan de incentivos monetarios y no monetarios para motivar a los niños, niñas y jóvenes a que regresen a las aulas y promover su permanencia en el sistema educativo”.
«Así mismo, capacitará al personal escolar para implementar estrategias pedagógicas dirigidas a cerrar las brechas de aprendizaje que se produjeron durante el cierre de las escuelas, centrándose en los estudiantes más vulnerables».
Las herramientas y los conocimientos construidos a través de este proyecto se compartirán con el resto de los países mesoamericanos mediante la participación de todas las instituciones clave de cooperación regional en Salud y Educación (COMISCA, CECC / SICA y Proyecto Mesoamérica), concluye el informe.
VOA
