La Confraternidad Evangélica de Honduras ha solicitado un patrocinio o bono solidario al gobierno de Honduras para los pastores de la tercera edad dado a la situación que atraviesan por la pandemia del covid-19.
De acuerdo con un comunicado, “el gobierno aprobó un bono al adulto mayor que consiste en una transferencia mensual como recompensa de todos los años de arduo trabajo en la obra de Dios”.
Según el pastor Alberto Solorzano solo es para pastores que comprueben que están en calamidad doméstica y tampoco se trata de un bono perpetuó.
“No es solo para pastores, es para varios sectores del país, salir al paso para ver cómo se puede asistir, no es a perpetuidad tampoco se habla de grandes cantidades de dinero no se habla de 5 mil lempiras mensuales ni de 3 mil”, justificó Solorzano.
El presidente de la Confraternidad Evangélica, Oswaldo Canales explicó que se ha conformado una mesa de alivio para el sector religioso elevando sus peticiones al gobierno ya que “más de 2,300 pastores mayores de la tercera de edad necesitan un alivio para su situación”.
Por otro lado, Canales agregó que los pastores tampoco están afiliados al seguro social.
“Pedimos uno o lo otro, porque en la actual ley no pueden ser parte del seguro social, hemos observado que hay un bono para atender a la gente de la tercera edad, tenemos un promedio de mil pastores en tierra adentro que no tienen ni lo básico”, aclaró Canales.
Canales dijo que 13 pastores han muerto por covid-19 desde que comenzó la pandemia.
“Pastores se han expuesto hasta a contaminarse, hemos tenido mucho pastores muertos porque han estado con la gente no hablando ni escribiendo tweets”, recalcó Solorzano.
Rechazo
Varios sectores hicieron público su rechazo contra las solicitudes de la Confraternidad Evangélica.
El presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Cortés, Pedro Barquero, expresó “que ningún pastor evangélico con dignidad y conociendo tantas necesidades de nuestro país recibiría este bono”.
De igual forma el exfiscal del Ministerio Público, Edmundo Orellana, dijo: “rechazo por repugnante la iniciativa. Los impuestos son para lo prioritario en la pandemia y para después, no para pagar jubilación a quienes, además, mandan a la hoguera eterna a los que no son de su confesión. Inoportunos e inescrupulosos estos, supuestos, “hombres de Dios”.
Jari Dixon manifestó con preocupación de que pueda significar «una contaminación a la religión o la fe, la religión con la política no debe combinarse»,
«Tenemos bastante involucramiento de la iglesia, imagínese a los pastores siendo empleados del Estado, seria un grave error», enfatizó Dixon.
