La Alianza por la Paz y la Justicia (APJ) presentó el tercer Informe de Impunidad en Homicidios (2010-2019) donde reveló un incremento de homicidios e impunidad en 2019, además de exponer que, en la última década, Honduras figuró como uno de los países más violentos del mundo.
Según los datos mostrados en el informe, Honduras durante la primera mitad de esta década figuró como uno de los países más violentos del mundo consecuencia de las muertes diarias, a partir de la segunda mitad, la tasa de homicidios se redujo en un 50 por ciento llegando a 44.7 homicidios por cada 100 mil habitantes en 2018.
No obstante, para el año 2019, según los datos recabados, la tendencia cambió registrando un incremento de 3.3 por ciento más en comparación con el año 2018.
“Si bien la tasa de homicidios disminuyó en comparación a 2012, Honduras continúa ubicado entre los países más violentos de la región, con la prevalencia de problemas estructurales como: pobreza, desempleo, inestabilidad política, proliferación de feminicidios y muertes violentas de jóvenes, entre otros, que desestabilizan la paz social”, detalla el informe.
En el caso de la impunidad de homicidios, para el 2018 la tasa de impunidad era de un 86 por ciento, sin embargo, para 2019 ese índice de impunidad incremento en un uno por ciento.
Durante el 2019, los departamentos que presentaron los mayores índices de impunidad fueron Gracias a Dios con 100 por ciento; Islas de la Bahía con 96; Ocotepeque con 93; Yoro 92; Colón 91; y Cortés 90; Valle con 72; Comayagua 74; Santa Bárbara 85 y Atlántida 88 por ciento.
En cuanto a la judicialización de casos, el informe de la APJ apunta un descenso desde 2016, cuando 1,006 casos fueron presentados ante los tribunales de justicia; para 2019, la cifra fue de 875.
Asimismo, el informe de Impunidad en Homicidios de la APJ destaca la afectación de la violencia contra grupos vulnerables. Entre 2013 y 2019 murieron de manera violenta 16,257 niños, niñas, adolescentes y jóvenes, entre 0 y 29 años de edad.
También de 2010 a 2019 se registraron 4,769 muertes de mujeres, de las cuales, solo se judicializaron 1,818 lo que representa que el 62 por ciento de los casos siguen en la impunidad.
En el caso de las muertes violentas a miembros de la comunidad LGTBI, se acumularon 350 muertes en los 10 años de estudio, sin incluir otras múltiples violaciones a los derechos humanos contra los miembros de esta comunidad.
Cabe señalar que el estudio recoge las cifras de homicidios y sentencias judiciales a nivel nacional y departamental durante los años 2010-2019, así como un análisis de las muertes violentas de miembros de grupos vulnerables, mujeres, comunidad LGBTI, niños, niñas, adolescentes y jóvenes y la judicialización e impunidad de estos casos.
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