Jonathan Menkos director del Instituto Centroamericana de Estudios Fiscales (ICEFI) y el sociólogo Eugenio Sosa, en el foro virtual Impacto Económico, Político y Social del Covid-19 en Centroamérica, expusieron las consecuencias que producirá la pandemia del coronavirus.
Para Menkos, el contexto económico en el que está sumergido Centroamérica es un deterioro profundo y muy rápido “las estimaciones del Banco Mundial nos advertía que este año será la peor recesión desde la Segunda Guerra Mundial a causa de la terrible incertidumbre en la que estamos operando, se espera una disminución del crecimiento económico de menos 3.0 por ciento” dijo.
También señaló que hay cuatro fenómenos que impactarán directamente sobre la economía centroamericana como ser el turismo que tendrá una decrecimiento económico de 30 a 20 por ciento, las remesas familiares un 20 por ciento, las exportaciones un menos 20 por ciento, y un freno de la actividad económica por mes de 8.3 por ciento.
“Esto generará resultados negativos en términos de desigualdad social, quiebras de empresas, desempleo y pobreza, pérdida de capacidad de producción para el consumo interno y externo, ingobernabilidad democrática, entre otros factores” aseveró.
Costa Rica podría enfrentar una caída de su económico de menos 6.1 por ciento, Honduras menos 4.8, Guatemala menos 4.7, El Salvador menos 6.4, Nicaragua y Panamá un 3.3 por ciento, según estimaciones del Banco Mundial.
Los efectos devastadores de la crisis sanitaria por la pandemia en Honduras podría dejar 1,329,643 nuevos pobres en caso de que las personas dejen de recibir ingresos en un promedio de cuatro meses y a nivel de Centroamérica dos millones quinientos mil personas entrarían a la pobreza, sin contar los datos estadísticos de Nicaragua y Panamá, según el ICEFI.
“Esta crisis no se acaba tres o cuatro meses como una coyuntura, no se acaba cuando se abran las economías, se necesitarán de tres a cinco años de esfuerzo para salir librados, por lo cual los Estados deben fortalecer las garantías de derechos económicos, sociales y culturales, avanzar en el cumplimiento de la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible y lograr acuerdos políticos” aconsejó Menkos.
Por su parte el sociólogo Eugenio Sosa explicó que la pandemia del coronavirus genera devastación en todos los sectores de la sociedad siendo los más vulnerables los que sufren las mayores consecuencias.
“La totalidad de la crisis toca todos los órdenes, tiene la capacidad de entrar a los diferentes espacios sociales; Las consecuencias sociales también son efectos de esta pandemia, desordena, afecta y trastoca los aspectos de la sociedad. Los desiguales, los excluidos y los vulnerables serán sin lugar a duda quienes se llevarían la peor parte”.
Los niveles de pobreza y extrema pobreza antes del Covid-19 en Honduras eran altos, al menos 64.7 por ciento de la población vivía en pobreza, de los cuales un 41.7 vivían en extrema pobreza, esto según el Instituto Nacional de Estadística (INE).
“En el país está en una situación altamente vulnerable, no basta esperar los datos que al final del año nos proporcione el Instituto Nacional de Estadística cuando ya estamos viendo un incremento de la indigencia, de la pobreza en las calles, personas desempleadas” arguyó Sosa.
En Honduras desde el 23 de marzo al 11 de junio se realizaron 243 protestas por la falta de alimentos, insumos y equipos médicos, exigiendo respuestas ante la falta de poder trabajar.
Según Sosa, la situación post pandemia será una crisis recargada generando más desigualdad, pobreza, desempleo, problemas de acceso a los servicios básicos, incremento de flujos migratorios, incremento de bandas de extorsión, y la economía de la violencia, de protestas y rebeliones mayor precarización de la economía informal.
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