El fin de la cuarentena se acerca, aunque el coronavirus sigue de pie sin dar tregua. La cifra de contagios oficiales en el país ya se acerca a los mil casos. Aunque datos extra oficiales nos refieran a casos muy por encima de los dados por el gobierno. Dado que las pruebas que se aplican hasta hace poco no pasaban de cien diarias y hasta el momento no llegan ni a 150. En otros países se aplican miles por día. Otro elemento que alimenta las cifras extra oficiales es que los datos dados por el gobierno llevan varios días de retraso. Así como una encuesta rápida realizada por un programa de televisión con médicos encargados de los hospitales públicos y seguro social aseguraron que el número de víctimas mortales por el covid-19 era superior al dado por SINAGER no sin ager.
Menos de 15 días hacen falta para llegar a los 2 meses de encierro. En donde la población hondureña en su mayoría a cumplido con la cuarentena. Sin embargo, nuestra pobre economía e inexistente en una buena parte de hogares ya no da para más. Por lo que como ya habíamos anunciado antes, el coronavirus se une al menú de nuestras enfermedades diarias no menos importantes, como el dengue, por ejemplo. ¿Pero que hemos aprendido y desaprendido? ¿Volveremos a abarrotar los supermercados en menosprecio de las pulperías, mercaditos, mayoreos y los carros repartidores de verduras? ¿Las comidas rápidas seguirán siendo lugares de encuentros familiares o preferiremos una comida recién calentita en nuestras casas? ¿Seguiremos llamando ñangaras, falta que hacer, a los que se toman las calles exigiendo salud pública o nos uniremos a sus exigencias? ¿Lucharemos por la recuperación de la educación pública y de calidad?
El coronavirus nos ha recordado /enseñado que hay muchas cosas que no ocupamos para vivir como lo dirías Sócrates hace miles de años. Gandhi en su lucha por liberar a la India de Inglaterra influenció masivamente la utilización de la rueca para que los hindúes confeccionarán sus mismas ropas y así evitar la importación de vestimenta inglesa. ¿Será que nosotros podemos empezar por consumir lo nuestro? Para ello es necesario volver a sembrar y consumir nuestros propios frijoles, maíz, arroz, entre otros. ¡Cuánta mano de obra y tierra ociosa tenemos! Y aún traemos de afuera lo que nos comemos.
¿Dónde está la pobreza? La pobreza en el país se incrementará a raíz del virus, es algo innegable. ¿Pero de que pobreza estamos hablando y que podemos hacer para disminuir el impacto? ¿Dónde están los líderes políticos y económicos socialistas brindando luces para reducir la desigualdad en Honduras? Y reducir la desigualdad económica no significa que todos seamos pobres. Sino que la gran mayoría tenga lo necesario para vivir decentemente. La abundancia excesiva que tienen unos pocos en el país es a raíz de reducir a la mendicidad a las mayorías. Patrocinados principalmente por la corrupción desde el gobierno. La alimentación, salud, vestimenta, educación, seguridad, vivienda propia son elementales para una vida decente. Es más que evidente que una gran parte de nuestra población no tiene las necesidades básicas. Pero también es cierto que una buena parte de la población consume lo que no necesita y otra parte consume en exceso. ¿Cuánto se va en corrupción? ¿Cuánto dinero se gasta en sueldos y salarios excesivos?
El consumismo en exceso es el cordón umbilical del capitalismo que ha producido enormes desigualdades. Llevando la riqueza hacia unos pocos en menosprecio de las grandes mayorías Las mayorías tienen la oportunidad de pegarle la estocada mortal al capitalismo comprando sólo lo necesario para un buen vivir.
No nos dirigimos a la clase opresora diría un líder anarquista, de ellos sólo podemos esperar garrote, saqueo y muerte. Nos dirigimos a las masas, a su despertar, a su toma de conciencia. Una vez despierten y reconozcan sus capacidades y fuerzas, sabrán que hacer con los que los saquean.
