El pasado 17 de agosto de 2019 los hondureños fueron testigos de cómo la violencia se apoderaba del clásico deportivo entre el Club Deportivo Olimpia y el Futbol Club Motagua a disputarse por la noche en el Estadio Nacional.
El incidente comenzó en los alrededores del estadio cuando aficionados de la barra Ultra Fiel atacaron el bus que transportaba a los jugadores y cuerpo técnico del equipo Motagua.
Después de lo sucedido se informó que tres jugadores del equipo Motagua habían resultado con heridas las autoridades que organizaban el evento anunciaban la suspensión del mismo, lo que provocó que ambas barras comenzaran una batalla campal 100 metros en las afueras del estadio.
Cuatro personas perdieron la vida de forma violenta y al menos diez resultaron heridas de gravedad.
A raíz de estos incidentes, el Estadio Nacional fue suspendido para partidos nacionales e internacionales y los equipos capitalinos ahora disputan los juegos de la Liga Nacional en ciudades y estadios alternos.
El 19 de agosto, Juan Orlando Hernández anunció la creación de una Comisión Interinstitucional que definiría las medidas de seguridad en las instalaciones deportivas.
Esta comisión está integrada por la Federación Nacional Autónoma de Futbol (FENAFUTH), la Liga Nacional de Honduras (LINA), la Segunda División, el Comité Permanente de Contingencias (COPECO), División de Periodistas Deportivos Organizados y la Policía Nacional quien es quien dirige la comisión.
El comisionado Raúl Martínez Alvarado, miembro de la comisión, señaló que desde la creación de la misma los hechos violentos en los estadios se han reducido y esto por el trabajo en conjunto con las instituciones y los clubes de la Liga Nacional.
“En 2015, se creó una ley para evitar hechos que lamentar en el deporte hondureño, pero con los antecedentes del 2019 se dio forma a la comisión. La Policía Nacional es quien preside esta comisión y se ha venido trabajando en conjunto con las instituciones involucradas y se mira el trabajo”
“La Policía Nacional siempre ha estado trabajando; Se ha venido trabajando en conjunto, se mira y se analiza todas las jornadas y todos los partidos que puedan involucrarse en los estadios o evento deportivo; El mismo reglamento le da potestad a la policía nacional para analizar e informar que el evento es de alto riesgo y poder trasladarlo a otra ciudad.” explicó Martínez.
No cabe duda que desde ese evento abrumador para el futbol nacional donde las barras “Ultra Fiel” y la “Revo” las muertes producto de los eventos deportivos se han reducido, pero no significa que ya se solucionó el problema.
¿A qué responde la violencia en los Estadios?
Para Saúl Bueso Mazariegos, representante de la FENAFUTH en la Comisión Interinstitucional, la violencia que atraviesa el país y que tiene sumergida a la sociedad hondureña en una crisis de seguridad se ha trasladado al futbol nacional.
“La violencia que se vive en el país se ha trasladado a los espectáculos deportivos, el futbol es el que mayor convocatoria masiva tiene en Honduras y por ende es donde con mayor frecuencia o mayores posibilidades pueden ocurrir actos violentos. El fútbol no se escapa a la situación general del país” Afirmó, Mazariegos.
No cabe duda que el factor educación también vincula la problemática que atraviesa el país y el futbol en particular. Para Mazariegos, las creaciones de estas barras bravas han llevado al futbol a niveles de violencia nunca antes vista.
“El factor de conciencia social de educación no solo del público, las barras de alguna manera sometieron al futbol y al deporte general a una crítica desmedida por no tener el control, los niveles de violencia se volvieron exagerados; la falta de educación del público promueve a que hechos el aumento de los enfrentamientos entre barras”.
“Las barras realizan cantos de discriminación racista o políticos esto va a agradar a algunos y otro sector va a reaccionar en contra perdiéndose el respeto y eso genera más violencia y sobretodo discriminación» explicó, Mazariegos.
Otro factor que promueve la violencia entre los aficionados al fútbol es la forma en que los medios de comunicación de prensa deportiva cultivan el morbo a la hora de entrevistar a jugadores o directores técnicos o hasta los mismos directivos de clubes deportivos.
Actualmente los castigos del nuevo Código de Ética y el Código de Disciplina se han agudizado contra directivos, directores técnicos y jugadores estos señalan que se ha vuelto una ley mordaza, pero ni, aun así, han dejado de generar comentarios que provocan el malestar de los adversarios.
“Los jugadores y los técnicos también generan violencia, se están haciendo modificaciones a los códigos de ética y disciplina de esa profesión para que ellos traten de adecuarse a esa situación y si las sanciones han sido leves entonces incrementarlos para que se respete” indicó, Mazariegos.
¿La Policía es la culpable de la inseguridad en los recintos deportivos?
La ley establece que para un evento deportivo, social, político o de cualquier índole la seguridad debe ser proporcionada por los organizadores de dicho evento.
La Policía Nacional tiene funciones establecidas para brindar la seguridad del pueblo hondureño; la realidad es que esta debe ser garante y proporcionar el apoyo que sea necesario para evitar que hechos violentos se desarrollen en eventos privados o públicos pues su fin primordial como lo enuncia su lema es “Servir y proteger”.
Según confirmó tanto el represente de la Policía Nacional y de la FENAFUTH en la Comisión Interinstitucional la policía brinda seguridad tanto fuera como dentro de las instalaciones donde se desarrolla algún evento, pero existe un factor que también provoca violencia y es la falta de especialización de algunos policías.
“La responsabilidad es del club. La Policía Nacional lo que hace es apoyar a los clubes o la federación en caso de un partido de selección nacional, brindando ellos la seguridad física de las instalaciones y la seguridad pública, pero nos encontramos con el problema que la policía no es especializada en el manejo de eventos deportivos o eventos masivos. Legalmente y en términos de conformidad es al organizador del evento brindar la seguridad del evento” explicó, Mazariegos.
Algunos aficionados han señalado que la Policía Nacional no cuenta con la capacitación necesaria para controlar las reacciones de aficionados, pero también se han conocido casos donde el mismo aficionado provoca actos de violencia que se vuelven vandálicos.
Tal es el caso del reciente juego entre Motagua y el equipo Marathón, el partido se desarrolló de manera normal, pero cuando la afición del equipo motagüense venía rumbo a la capital un aficionado del mismo equipo le quito la vida a otro dentro de una unidad de bus interurbano.
Las acciones están en la mesa ejecutarlas es el enorme reto
Según se conoció, la tecnología es parte fundamental para poder reducir los índices de violencia en los principales cambios establecidos en la nueva Ley para la Seguridad y la Prevención de la Violencia e Intolerancia en los Estadios de Fútbol e Instalaciones Deportivas.
-Los equipos de fútbol deben crear un censo de sus aficionados.
-Se deben adecuar los recintos deportivos con sillas enumeradas.
-Se debe implementar una gestión avanzada de boletería.
-Se debe llevar un seguimiento de cada persona que acude a ver los eventos deportivos.
Estas son las principales herramientas que podrían reducir los hechos violentos y sobretodo poder proceder judicialmente contra aquellos que fomentan la violencia en el deporte.
Saúl Bueso Mazariegos, explico que los recintos deportivos han caducado y de no mejorarlos la situación podría seguir del mismo modo.
“Los escenarios nuestros ya fueron sobrepasados por el tiempo, fueron diseñados para otro momento en el cual estas posibilidades de violencia eran imposibles o remotas. No había ningún tipo de situaciones que comprometieran la seguridad, la demanda de estacionamientos era poca, la infraestructura de aquel momento bastaba con cinco gradas de cemento, las divisiones las hacían más que todo por clase social con el tiempo fueron sobrepasadas y hoy no basta” puntualizó, Mazariegos.
Se carece de tecnología, hoy en día, por la demanda de seguridad y por los comportamientos de los grupos sociales, las tensiones políticas del momento, el aumento de la criminalidad; Todo eso demanda la implementación de tecnologías al servicio de estos eventos masivos y eso en Honduras prácticamente no existe.
No solo se trata de implementar estas medidas, concientizar a las barras y los aficionados es la tarea pendiente, aseguran expertos.
Por: Asael Barahona
