La noche del martes se conoció que al menos cuatro menores internos en el Centro de Menores Renaciendo habían fallecido, tres estarían heridos y al menos diez se habrían fugado en circunstancias aún no esclarecidas por las autoridades.
A eso de las siete de la noche se encontró el primer cadáver y al llegar las autoridades de Medicina Forense los propios menores les entregaron el segundo cuerpo.
Ismania Platero, defensora de Derechos Humanos considera que las condiciones de los menores infractores en los centros de detención son peores a la de los adultos en cárceles del sistema penitenciario del país. Porque no hay prevención, ni actividades ya sea educativas, recreativas o reeducativas, de acuerdo a los niveles de involucramiento en el crimen.
Platero también señala que no hay una evaluación psiquiatra eficiente porque “no es posible tener menores con altos niveles de peligrosidad o menores que han cometido delitos”. Desde la apreciación de Platero hay adultos que utilizan actas de nacimiento de menores para salir de prisión.
Para Platero esos menores están sufriendo deterioros mentales, morales y físicos y agrega que estos niños están olvidados por el gobierno.
La ley especifica que los menores son legalmente ininputables por eso es que son usados por adultos, porque saben que los menores no cometen delitos sino falta, también es más fácil para ellos salir de los centros de detención.
Otro problema es que no hay una clasificación de delitos y se mezclan con la población del centro. “Por lo que Renaciendo es una olla de presión” que podría llegar a tener actos de violencia aún más fuertes.
Platero también dice que desde que entran comienza el estigma de señalar a qué banda pertenecen lo que no debería ser así, porque el centro es para sacarlos de esos ambientes de violencia, pero los centros carecen de programas de prevención y rehabilitación.
