MEDIA HORA DE «HUMAZÓN»

CRÓNICA PARLAMENTARIA 

Una media hora de humo se tragaron nuestros honorables padres de la patria este martes, a su regreso de Gracias, Lempira, donde también hubo tiempo para «vaporizarse» con las bengalas de la insurrección legislativa.  A pesar de los silbatos, el fuego y las consignas, la junta directiva consignó la aprobación de 44 millones de lempiras para la Secretaría de Seguridad, entre otras modificaciones para decretos aprobados en Gracias la semana anterior.

La sesión comenzó de manera habitual, en el contexto de los últimos meses: mientras la bancada de Libertad y Refundación comenzaba su protesta con las respectivas «selfies» y transmisiones en vivo de sus integrantes, el presidente del Congreso Nacional, Mauricio Oliva, hacía su ingreso al hemiciclo legislativo, acompañado por la junta directiva. Luego que el presidente Oliva solicitara a una diputada de la bancada nacionalista que realizara una invocación religiosa, el tumulto se intensificó. El diputado Sergio Castellanos volvió a hacerse de un extintor para «fumigar» nuevamente a sus compañeros de bancada, que eran los únicos que poblaban el pasillo central de la cámara, y varios salieron «huyendo» hacia los pasillos laterales.

En lo que la gaseada iba en curso, el segundo prosecretario, Renán Inestroza, continuaba leyendo varios dictámenes en primer debate, entre ellos un dictamen para autorizar una asignación presupuestaria de más de 44 millones de lempiras para la Secretaría de Seguridad. Sin perder tiempo, el Secretario del Congreso Nacional, Tomás Zambrano, solicitó la dispensa de dos debates. Levantando las manos en medio de la densa niebla que cubría el salón, los diputados nacionalistas aprobaron primero la dispensa de los debates y luego cada uno de los tres artículos que componían el dictamen, ninguno de los cuales fue notado por los diputados de Libertad y Refundación, que se concentraban en su despelote parlamentario.

Al pasar de varios minutos, una capa de cenizas cubría la totalidad de los curules en el recinto. El presidente Mauricio Oliva, a su salida, descendió de los curules de la junta directiva y, con una sonrisa en el rostro, hizo un recorrido por la parte posterior de la sala, donde fue recibido por varios diputados de Libertad y Refundación, entre ellos Edgardo Castro –quien había resultado severamente afectado por la «fumigada» en Gracias, Lempira–. Los legisladores conversaron animadamente por breves instantes y luego dejaron salir con toda tranquilidad al titular del Poder Legislativo mientras se terminaban de leer algunos dictámenes más. El presidente en funciones, Antonio Rivera Callejas, dio entonces por suspendida la sesión, afirmando mientras se levantaba que se habían aprobado «buenos proyectos» ese martes.

El miércoles en la mañana, el presidente del Congreso Nacional, Mauricio Oliva, anunció vía Twitter que la sesión de ese día se suspendería, ya que líderes de la oposición habían solicitado un espacio para tener un diálogo sobre los puntos que mantenían las diferencias en el Congreso Nacional, lo que no impidió el desarrollo de un homenaje para Belinda Portillo, titular de Plan Internacional, y las reuniones de dos comisiones. Por la tarde, el gerente de tecnología del legislativo,  Marco Molinero, compareció ante la prensa para informar que las cenizas y el humo habrían provocado anomalías en el sistema electrónico de votación, por lo que recomendaba no utilizarlo. En concordancia a lo anterior, la administración del Congreso Nacional emitió un comunicado el jueves, para confirmar la suspensión de la sesión de ese día también. A ver qué nos depara la próxima semana.

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