RÉGIMEN ORTEGUISTA SUSPENDE PERSONERÍA JURÍDICA DE CÁRITAS DE NICARAGUA, LA PASTORAL SOCIAL DE LA IGLESIA CATÓLICA

EGO15 julio, 2019

«Desde el año pasado nos tienen sin personería jurídica y solamente nos dicen que están revisando, pero no nos dan una repuesta del porqué su decisión. Nunca habíamos tenido problemas con la institución en su aspecto legal», expresó Carlos Enrique Herrera, Obispo de la Diócesis de Jinotega y presidente de Cáritas de Nicaragua.

El régimen de Daniel Ortega le pasó factura a los Obispos de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN), al suspender la personería jurídica de Cáritas de Nicaragua, la pastoral social de la iglesia católica, desde dónde se llevan a cabo proyectos sociales y de caridad para los sectores más pobres del país.

La información fue confirmada por monseñor Carlos Enrique Herrera, Obispo de la Diócesis de Jinotega y presidente de Cáritas de Nicaragua.

“Desde el año pasado nos tienen sin personería jurídica y solamente nos dicen que están revisando, pero no nos dan una repuesta del porqué su decisión. Nunca habíamos tenido problemas con la institución en su aspecto legal”, expresó el religioso.

Sin embargo, el religioso recordó que el régimen públicamente ha expresado su rechazo en contra de la iglesia católica, luego que éstos, participaron como mediadores y testigos del diálogo de mayo de 2018.

“Ellos (el régimen orteguista) han dicho públicamente como que nosotros estamos en contra de ellos, y no sé porque manifiestan eso”, aseguró Herrera.

Desde hace años el régimen orteguista viene socavando la labor social de Cáritas, con la retención de contenedores que contienen ayudas que los cooperantes internacionales mandan a esa institución benéfica para realizar sus proyectos sociales.

“Nosotros vamos a seguir gestionando la personería jurídica, porque mucha gente depende de la ayuda de Cáritas. Esperamos una repuesta del gobierno para que podamos seguir trabajando con normalidad”, aseguró el religioso.

El ataque de la dictadura a los Obispos

El 19 de julio de 2018, el dictador Daniel Ortega, en plaza pública, atacó a los obispos,a  quienes señaló de estar detrás de un supuesto golpe de Estado.

En realidad, los obispos, desde su posición de mediadores habían propuesto a Ortega un adelanto de elecciones para buscar una salida a la crisis, dado, que la demanda de la población en las calles, el año pasado, era que Ortega abandonara el poder.

“No acaban de entender que una mediación es para sentar a las dos partes y escucharlas y no tomar partido el mediador y decir: se tiene que hacer esto, en tantos días, en una semana: un golpe de Estado querían provocar en Nicaragua”, dijo Ortega, quien descalificó las protestas sociales como acciones terroristas, y llamó a los estudiantes y manifestantes como “sectas satánicas”.

“Fueron sacando las uñas… se fueron quitando las máscaras y terminaron diciendo tiene que irse ya, tiene que irse ya. Y lo dijeron, lógicamente nuestros adversarios”, dijo Ortega, en una furibunda reacción contra los obispos de la Conferencia Episcopal de Nicaragua y los miembros de la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia que participaron en la Mesa del Diálogo Nacional, el año pasado.

Desde que los Obispos de la Conferencia Episcopal, participaron como mediadores de la crisis sociopolítica el año pasado han sufrido agresiones, persecuciones y campañas difamatorias por parte del régimen y sus fanáticos.

Fuente: laprensa.com.ni

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