A DERROTAR LOS DECRETOS DE LA DICTADURA

EGO29 mayo, 2019

Por Gilberto Ríos Munguía (•)

Finalmente el régimen ha conseguido la convocatoria a un Paro Nacional. Los gremios médico y magisterial, habiendo encabezado una demanda social por más de un mes y demostrando los compromisos del gobierno para operar a través de los Decretos de Emergencia del Poder Ejecutivo, PCM (Presidencia y Consejo de Ministros) los despidos masivos en el Sistema de Salud y Educación Nacional, han llegado al límite, enfrentando todo tipo de trampas dilatorias y diálogos sin compromisos; las medidas de presión más fuertes son la única alternativa.

Los días jueves 30 y viernes 31 de mayo, las organizaciones populares de Honduras han llamado al Paro Nacional, las últimas experiencias como esta se conocieron durante el gobierno del Presidente Ricardo Maduro (2002 2006), con poderosas huelgas magisteriales que llegaron a pedir su renuncia; luego también alcanzaron los primeros años del Gobierno del Presidente Manuel Zelaya, (2006 2007) -antes de hacer su giro hacia la izquierda-. Luego, durante los diez años posteriores al golpe, tanto el Frente Nacional de Resistencia Popular como el Partido Libertad y Refundación, Libre, fueron los que protagonizaron llamados a insurrecciones, paros, tomas de carreteras, sin lograr el retorno al orden constitucional, la reversión de los fraudes electorales (2013 2017) o el fin de la dictadura.

¿Por qué hoy el Paro podría tener resultados distintos? Para iniciar una respuesta (que pretende solo entregar más perspectivas al debate), las luchas de los pueblos siempre son el resultado de experiencias de confrontación, de pruebas, errores y aprendizajes. Las insurrecciones se han manifestado desde el golpe en verdaderos alzamientos populares, como lo fue la Resistencia y el Frente Nacional, Libre, el triunfo de Xiomara, las antorchas, el MEU, la victoria de la Alianza, la lucha contra el fraude y ahora el paro nacional de los gremios magisteriales y de salud. Todas luchas apoyadas abrumadoramente por amplias mayorías del pueblo, con significativa importancia en el marco de un acumulado histórico.

La convocatoria tampoco se hace en frío; hay varias crisis nacionales más: presiones del Fondo Monetaria Internacional, niveles de endeudamiento externo estratosférico, escándalos de corrupción, señalamientos y vinculaciones con el narco tráfico a las más altas esferas, una imparable ola de violencia, masacres, asesinatos, femicidios y una casi total impunidad en la gran mayoría de los crímenes; la complicidad evidente del aparato de justicia nacional con la corrupción, el crimen organizado y la represión; asesinatos políticos / violencia estructural,  antecedentes de despidos masivos con decretos de emergencia y amenaza de nuevos despidos, procesos de privatización, deudas energéticas, crisis económica, descomposición social, crisis migratoria, censura, decenas de periodistas asesinatos, etc. que se resumen en una general inconformidad, descontento, deseos de lucha y de cambio.

“Mejor que nos despidan en la calle, a que nos despidan en nuestro centro de trabajo” dice la consigna del magisterio y el gremio médico en las movilizaciones; la lucha también ha recuperado un sentimiento importante y es la dignidad, que es asumir la responsabilidad de salir a la calle y demostrar que el único miedo que alberga la población es el de quedar callado, inmóvil, inútil frente a la catástrofe del país. “Más medicina, menos cocaína” cantan los médicos exigiendo el abastecimiento de los hospitales, mientras tanto el régimen contrata médicos esquiroles para sabotear la huelga y la base clientelar del partido nacional es enviada a unas pocas escuelas a gritar “Queremos clases”, sin ser padres de familia o tener vínculos con el centro educativo en el que protestan.

La descomposición es general, las divisiones dentro del partido nacional son evidentes, muchos de sus liderazgos históricos han sido llevados a tribunales de Nueva York o comienzan a ser llevados  a tribunales nacionales gracias a la enorme presión popular. La esperanza vuelve cuando el Pueblo sabe que sus acciones pueden tener grandes resultados. La lucha sigue y en el escenario aparece el Paro Nacional.

(•)Dirigente del Partido Libertad y Refundación.

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