De un disparo en la cabeza mataron al joven Wilfredo de Jesús Ramírez (17), mientras se realizaba una manifestación contra el Gobierno ayer miércoles en Choluteca. Según sus parientes los responsables son agentes de la Policía Nacional.
“La manifestación no había empezado, un policía de los azules de nuestra ciudad de Choluteca sacó su arma de reglamento y atentó contra la vida de mi hermano, se dirigió solamente a mi hermano y lo siguiente ya lo saben”, declaró su hermano mientras esperaba por el cadáver a las afueras de la morgue en la capital.
El hecho se dio mientras un grupo de manifestantes protestaba cuando Ramírez recibió al menos un impacto de bala en la cabeza por lo que fue trasladado al Hospital del Sur en esa ciudad, pero por no tener una unidad de neurocirugía fue remitido en una ambulancia al Hospital Escuela Universitario, donde falleció horas después.
Su hermano denunció que “hay un escuadrón de la muerte y su cabeza tenía precio, faltan dos más, uno es compañero de ustedes (periodista), pero como lo tienen custodiado no le pueden hacer nada, pero falta uno más y otro más, les pido que esto no se quede así, el sábado hay otra manifestación y esperemos que esto ya no pase más”.
La alusión del periodista podría referirse al comunicador Jairo López, quien goza de Medidas de Protección por parte del Mecanismo de Protección a Defensores, Periodistas, Comunicadores Sociales y Operadores de Justicia.
López ha denunciado al menos ocho violaciones a su derecho a ejercer la libertad de expresión, mismas que van desde campañas de desprestigio, amenazas, censura, cancelación de su espacio informativo y una detención en su contra por daños contra la propiedad.
La versión de la Policía Nacional emitida a través de un comunicado es que “un grupo de manifestantes llegaron a un canal de tv, la Policía estaba en el lugar y mientras repelían los ataques a este, se escucharon disparos donde salió herida una persona que luego murió”.
Jair Meza, vocero de la Policía Nacional, informó que se ha designado “un equipo especial para investigar el hecho y trabajar con transparencia, también trabajaremos con el Ministerio Público para determinar si hay alguna responsabilidad en este hecho”.
López detalló que en Choluteca se lleva más de un año con manifestaciones en contra del gobierno actual todos los miércoles y sábados, las cuales calificó como “violentas”, realizadas por “grupos radicales” y que por lo general terminan en destrucción de bienes públicos y privados.
Luego de la muerte del joven, los manifestantes se trasladaron al edificio del Hospital del Sur el cual apedrearon y quebraron vidrios, por lo que las personas que estaban ahí tuvieron que ser trasladadas. Por esta situación hoy no está prestando servicios.
El hermano de Ramírez explico que su hermano participaba en las protestas de forma regular y recalcaba que el culpable es un miembro de las fuerzas del Estado “siempre iba, siempre resistía, siempre iba al frente de la marcha como todo un valiente, quizás por esa valentía fue que lo mataron los policías, un policía me quitó la vida de mi hermano.
Amada Ponce del Comité por la Libre Expresión (C-Libre), considera que estos no son hechos aislados y son parte de un plan “esto no es casual, la represión a la gente que protesta en Choluteca es selectiva, durante 15 minutos se fue la electricidad ayer en los barrios donde salen a protestar, ya se han denunciado detenciones irregulares, seguimientos a los líderes y allanamientos por parte de la Policía”.
Por su parte la organización Acción Ecuménica por los Derechos Humanos a través de un comunicado expresó “denunciamos a nivel nacional e internacional los abusos, los asesinatos sistemáticos, la persecución y criminalización de manifestantes, periodistas y Defensores de Derechos Humanos y del ambiente a nivel nacional por parte del Estado de Honduras”.
“Exigimos la inmediata investigación del cuerpo policial encargado de la zona de Choluteca, que se haga captura inmediata del policía que disparó, del mando a cargo y que se brinde la información correspondiente del caso”, agregaron.
