La esperada lista Magninsky que presentaría a los funcionarios y políticos corruptos en Centroamérica causó decepción al ser publicada, esto debido a que solo incluyó a personas ya condenadas, cuando muchos tenían esperanzas en que entregaría revelaciones.
Los señalados en el informe son Mario Zelaya Rojas, exdirector del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), los viceministros de Salud Javier Pastor y del Trabajo Carlos Montes, también implicados en el fraude del IHSS.
Los exdiputados José Valery Boris Espinal Ponce y Nelson Abdalá Ghawi y el ex viceministro de la Secretaría de Ambiente Darío Alberto Mejía Valdivieso por delitos de abuso de autoridad.
El exconcejal del Consejo de la Judicatura, Teodoro Bonilla por abuso de autoridad y tráfico de influencias.
El exgerente de la Empresa Hondureña de Telecomunicaciones (Hondutel), Marcelo Chimirri Castro, condenado por enriquecimiento ilícito.
La lista de hondureños implicados culmina con el exministro de la Presidencia, Yani Rosenthal, condenado en Estados Unidos por lavado de dinero proveniente de la organización “Los Cachiros” y su primo Yankel Rosenthal, exviceministro de Inversiones condenado también en el extranjero por intento de lavado de dinero.
La congresista por California, Norma Torres, una de las impulsoras del proyecto expresó “esta lista es una farsa. Es increíble que el Departamento de Estado se haya retrasado 53 días en entregar este informe y esto es lo que nos dieron …. Si el Congreso quisiera una lista de funcionarios que fueron sentenciados o sancionados, lo hubiéramos buscado en Google”
“Sabemos, y todos los expertos del Departamento de Estado también saben, que el gobierno de los Estados Unidos tiene conocimiento de muchos, pero muchos funcionarios corruptos en Centroamérica que no fueron incluidos en el informe. Al ocultar intencionalmente los nombres de funcionarios corruptos en Centroamérica así desafiando la intención del Congreso, la administración de Trump se está involucrando en un encubrimiento”, sentenció Torres.
Tomó una actitud confrontativa hacia el gobierno de Trump expresando “esta no es la primera vez que este gobierno ha sido cómplice de la corrupción en Centroamérica. Después de todo, este es el mismo gobierno que le dio luz verde al Presidente de Guatemala para expulsar a una comisión anticorrupción apoyada por los Estados Unidos, la cual investigaba al mismo presidente. Es el mismo gobierno que miró hacia otro lado mientras el hermano del Presidente de Honduras y sus asociados presuntamente se dedicaban al narcotráfico …. Debido a la complicidad de este gobierno, Honduras y Guatemala están en camino de convertirse en narcoestados».
