MAYORÍA DE MEXICANOS APOYA PROPUESTA DE MANTENER EJÉRCITO EN LAS CALLES DE AMLO

ALG21 enero, 2019

El sociólogo y analista político Julián Atilano publicó este día una columna en el Huffington Post de México, en donde señala que, a pesar de las alertas levantadas por organismos de Derechos Humanos y críticas de la sociedad civil, la mayoría de los ciudadanos mexicanos están de acuerdo con la propuesta de Guardia Nacional del Presidente López Obrador.

En medio de una serie de críticas provenientes de distintas organizaciones de derechos humanos y grupos de la sociedad civil, el pasado miércoles la Cámara de Diputados aprobó en lo general la Guardia Nacional propuesta por López Obrador. Dentro de esas críticas hay quienes señalaron que esta propuesta es un duro golpe contra la administración del tabasqueño.

Sin embargo, el actual gobierno no se debilitará con dicha propuesta. Al contrario. Su base lo seguirá apoyando y la población en general está a favor de tener al Ejército en las calles. Guste o no, sus estrategias suelen enfocarse en las preferencias de la mayoría de la población.

A partir de la encuesta que publicó Parametría, en diciembre de 2018, se observa que la mayoría de la ciudadanía prefiere que sea el Ejército y no la policía quien esté cuidando las calles. Esta tendencia se fortaleció cuando llegó Andrés Manuel a la presidencia. Lo cual quiere decir que si bien hay una confianza de la ciudadanía hacia el Ejército, esta sufre variaciones según el momento político y el gobierno en turno.

En ese sentido, y como se puede ver en la siguiente imagen, se observa que al menos 8 de cada 10 personas consideran necesaria la presencia del Ejército en las calles para mejorar la seguridad del país; preferencia que también incrementó con el inicio del actual gobierno. Esto muestra que la población mexicana otorga su confianza hacia Andrés Manuel y al mismo tiempo distingue entre proyectos políticos.

Asimismo, casi 9 de cada 10 personas están de acuerdo con crear una Guardia Nacional que se encargue de la seguridad del país. Esta información es relevante porque el porcentaje de personas a favor es mayor que el porcentaje de personas que votaron por López Obrador. En ese sentido, además de la confianza hacia el actual presidente, existen otros factores que explican el apoyo de la ciudadanía hacia la Guardia Nacional. Por ejemplo, la idea que señala que la policía está poco calificada, corrompida y es insuficiente para combatir la violencia e inseguridad.

Es importante señalar que el apoyo hacia el Ejército no se ha opacado ante los casos de violaciones a derechos humanos en los que ha incurrido. Valdría la pena preguntarse ¿por qué sucede esto? ¿Será que la memoria histórica de la ciudadanía padece Alzheimer? ¿Será que los recientes casos de Ayotzinapa o Tlatlaya son vistos como atípicos o resultado de las órdenes de mandos civiles? O tal vez cada que hay desastres naturales y el Ejército entra en acción se fortalece su respaldo.

Cualquiera que sea la respuesta, la percepción hacia el Ejército no está determinada por una sola de sus acciones.

No obstante, aunque la mayoría de la población está a favor de la Guardia Nacional, es necesario y urgente que el actual gobierno transparente los casos en donde el Ejército cometió violaciones a los derechos humanos. Lo cual mostraría que en este sexenio impera el Estado de derecho. Además, generaría confianza entre aquellos grupos que han criticado a la Guardia Nacional pues podría ayudar a resolver tensiones sociales e históricas.

Un gran paso en dicha materia es el Decreto para la Comisión de la Verdad y Justicia del caso Ayotzinapa, que hace unos días firmó López Obrador. Además, en noviembre pasado, días antes de su toma de protesta López Obrador ofreció un discurso a las Fuerzas Armadas. Con un lenguaje sencillo, hablándoles sobre sus orígenes y sin necesidad de vestirse de soldado pudo generar empatía para después pedirles su apoyo y decirles que les tiene confianza y reconoce su profesionalismo.

Aunque la mayoría de la población está a favor de la Guardia Nacional, es necesario y urgente queel actual gobierno transparente los casos en donde el Ejército cometió violaciones a los derechos humanos.

Además, concluyó con lo siguiente: «Se van a poder inscribir para formar parte de la Guardia Nacional, con el mismo nivel que tienen ahora. Es decir, con el mismo procedimiento administrativo de ascensos, con la misma disciplina, con el mismo profesionalismo. Nada más que poniendo el énfasis en la seguridad pública y, aunque ya se está haciendo en todo el Ejército y se debe de seguir haciendo, insistir más en el respeto a los derechos humanos y en cumplir los protocolos para el uso de la fuerza. Son dos materias que se tienen que venir introduciendo para darle un giro a las Fuerzas Armadas y que ahora que lo necesita el país nos ayuden en la tarea de la seguridad pública».

Dicho discurso no es menor, pues en ningún momento se buscó construir la percepción de que estamos en una guerra, como ocurrió en el sexenio de Felipe Calderón. Al contrario, se le hizo ver a las Fuerzas Armadas que son hijos del pueblo y no sus enemigos. Aunque esto pudiera parecer retórico, era necesario que el presidente con el mayor número de votos obtenidos —y que probablemente dichas Fuerzas y sus familiares votaron por él— les hablara de frente. Enfatizando la confianza que les tiene.

El debate sobre la Guardia Nacional continuará. Ahora le toca al Senado discutirla y turnarla a comisiones. Sin duda el tema no es menor y existen muchos matices al respecto. Valdría la pena pensar los pros y los contras de la propuesta. Dejar los prejuicios a un lado, entender las particularidades del país y sobre todo exigir transparencia.

Fuente : huffingtonpost.com.mx/

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