Joaquín «el Chapo» Guzmán fue uno de los principales líderes del Cartel de Sinaloa de México junto con el narcotraficante Ismael Zambada por años e invirtió personalmente en envíos masivos de cocaína a Estados Unidos, dijo el miércoles a los jurados el hermano de Zambada.
El testimonio de Jesús Reynaldo Zambada, de 57 años, llegó en el segundo día del juicio por tráfico de drogas del Chapo Guzmán en el tribunal federal de Brooklyn.
Jesús Zambada, quien fue extraditado a EE.UU. desde México en 2012 y está cooperando con las autoridades estadounidenses, ofreció una mirada al funcionamiento interno del cartel, que según los fiscales ha ganado miles de millones de dólares vendiendo cocaína, heroína, marihuana y metanfetamina.
Atestiguó que el cartel gastaba por lo menos 300 mil dólares al mes, para sobornar a policías, gobernadores, y cualquier persona que necesitaba para seguir con sus operaciones.
Una de las historias que contó es que cuando el notorio narcotraficante era el fugitivo más buscado de México en 2001 luego de que se fugó de una prisión, se sorprendió al ver que una motocicleta de la policía se detuvo frente a un automóvil que lo llevaba en las afueras de la Ciudad de México.
Un leal teniente del cartel de la droga detrás del volante explicó que en realidad no había nada que temer: la motocicleta y un coche de policía que venía por la parte trasera estaban allí para darle escolta, no para capturarlo.
La notoriedad de Guzmán y la corrupción pública que la acompañó se describieron con una presentación vívida y, a veces, con detalles cinematográficos el jueves por parte de Jesús Zambada.
El testigo explicó cómo controlaban distintas plazas, o zonas de narcotráfico. Jesús Zambada controlaba el Distrito Federal (México), mientras que el Chapo y su entonces socio, Ismael Zambada, controlaban Sinaloa.
Zambada indicó que su trabajo incluía recibir envíos de cocaína de varias toneladas desde Colombia en un barco en una playa de Cancún, y supervisar un almacén en la Ciudad de México donde se almacenaba cocaína antes de ser contrabandeada a Estados Unidos.
Zambada dijo que su hermano y Guzmán invirtieron conjuntamente en envíos de toneladas múltiples en la década del 2000. Ofreció otros detalles sobre Guzmán, aunque comentó que había hablado con él varias veces por teléfono.
Las guerras territoriales que se desataron entre los equipos rivales de sicarios armados con armas de fuego significaron que «siempre hubo muchas muertes», dijo Zambada, y admitió que estuvo involucrado en tres planes de asesinato . También sobrevivió a un tiroteo en una calle de la Ciudad de México con una herida en el lado derecho de su cabeza.
La defensa dice que los acuerdos les han dado un incentivo para exagerar el papel de Guzmán, quien se declaró inocente luego de ser extraditado a Estados Unidos el año pasado.
Zambada testificó también que Guzmán lo envió una vez al estado de Guerrero en 2014 para dar a un general militar 100,000 dólares en efectivo.
El general «es un amigo mío», recordó que Guzmán le había dicho. «Dale un abrazo y notifícale que estaré trabajando en todo el estado».
En la corte, el Chapo se sentó en una mesa con sus abogados escuchando el testimonio y sin mostrar emoción alguna.
Zambada es el primero de varios exasociados de Guzmán que firmaron acuerdos de cooperación y se espera que testifiquen en el juicio, el cual se anticipa que dure hasta cuatro meses.
El fiscal general, Adam Fels, señaló a los jurados en su declaración de apertura el martes que la evidencia en el caso presentaría la historia del ascenso de Guzmán desde que era un traficante de marihuana de bajo nivel, hasta que llegó a ser un poderoso narcotraficante que llegó a ser uno de los fugitivos más buscados del mundo.
El juicio se reanudará el lunes con más testimonios de Zambada.
Fuente: VOA
