Por: Alex Palencia.
Por el título creeríamos que nos referimos a una película taquillera que en Honduras causó enorme furor entre la chiquillada, la juventud y los viejos jóvenes de espíritu, de los que abundan en nuestro país, así como también jóvenes y otros que a pesar de su relativa juventud son en realidad espíritus anticuados. Sin embargo en este caso particular nos referimos a un personaje archiconocido por la gran mayoría de los hondureños, conocido en ciertos círculos selectos como el “señor del lado oscuro” y la “Momia”, y quien además es célebre por sus maniobras políticas de toda laya, las cuales, por cierto, han causado más mal que bien a la hondureñidad.
Pues bien el personaje en cuestión compareció este día en plan de estadista en tres de los principales foros de la televisión nacional (Televicentro, el canal 11 y el canal 10). Antes de entrar en el análisis del contenido de las declaraciones del personaje en cuestión, nos llamó poderosamente la atención la forma en que estos foros se desarrollaron: los tres se mostraron bajo la misma perspectiva, en los tres se hicieron las mismas preguntas y se obtuvieron las mismas respuestas, y en los tres se vendió la idea de que estos estaban en vivo, es decir, que se desarrollaban en tiempo real.
Sin embargo, nuestra extrañeza iba más allá y nos preguntábamos cómo era posible que el mismo personaje estuviera al mismo tiempo en tres programas diferentes con tres diferentes presentadores, vistiendo el mismo traje y mostrando la misma pose de estadista venido a menos. Lo respuesta más evidente era que el personaje en cuestión posee el don de la ubicuidad, es decir, la capacidad de mostrarse al mismo tiempo en lugares distintos; un don realmente maravilloso compartido por celebres santos de la Iglesia Católica (de hecho el don de la ubicuidad es una de la cualidades que caracterizan el don de la santidad).
Pero sabiendo que el personaje en cuestión no es obviamente un santo (quizás sea todo lo contrario) era pues obvio que los programas estaban pregrabados y fueron cuidadosamente editados, de tal manera que todo apuntara a una campaña muy bien elaborada. Las preguntas obligadas son: ¿Con qué fin? ¿Por qué molestarse en desempolvar a un personaje político que en la vida pública ha estado más que muerto, pero que en la oscuridad ha seguido manejando los hilos del poder? ¿Qué es lo que busca o quiere la oligarquía y el imperio al cual este personaje sirve y obedece? Sabiendo que este señor es el principal lacayo del país del norte (malas lenguas dicen que ha sido y es empleado de la CIA), nos preguntamos en este escenario de crisis generalizada por qué aparece justamente hoy.
Lo que creemos es que la comparecencia de este misterioso y poderoso personaje obedece a otro de los guiones creados y sistematizados por los Estados Unidos como respuesta ante las crisis políticas y sociales que ellos mismos han creado. Viendo la inoperancia e ineptitud de JOH y sus achichincles, quienes a todas luces se percibe lo mal que han hecho los mandados, lo que queda es posiblemente buscar un recambio. Las maniobras del grupo en el poder han ido quedando inexorablemente al descubierto, lo cual muestra que ellos nada pueden hacer frente al imperio de los hechos y la verdad. Y esto ha quedado más que evidente en esta enésima crisis causada esta vez por nuestros queridos compatriotas y amigos que son parte de la gran caravana (esta debería llamarse la caravana del valor), quienes viendo la falta de esperanza y alternativas para “una vida mejor” no les ha quedado de otra que emigrar colectivamente (y sabiamente) al gran país del Norte.
A pesar de las órdenes emanadas del Gran Hermano (¿Jefe? ¿Master? ¿Amo? Lo que sea, pero él es el que manda) de detener a como dé lugar a los emigrantes, a los miembros de este gobierno (y ante la fuerza de los hechos) no les ha quedado otra que “tirar el culo al charral”, y de paso hacerse los locos, esconderse como ratas, y poner a las caras más fotogénicas del gobierno a comparecer frente a sus medios a defender lo indefendible. Sin embargo desde la perspectiva de los enviados del imperio asentados en el país, el asunto de la caravana ha tomado un giro más serio de lo que ellos suponían en sus fantasías más locas o en sus más terribles pesadillas, por ello que no les ha quedado de otra que llamar a un bateador emergente para que trate de enmendar las cosas, es decir, para reconducir la crisis generada por los valientes emigrantes.
Pues bien, este personaje bien mandado ha salido a la palestra pública, vendiendo de paso una imagen de presidenciable. Por lo visto al imperio no le sirve en estas circunstancia ni Luis Zelaya, ni Nasralla y ni por supuesto Mel Zelaya Rosales. La opción que probablemente les queda es apostar sacar de su sarcófago al personaje, desempolvarlo y lanzarlo al ruedo público a tiempo para que supuestamente enmiende los entuertos y descalabros producidos por la banda de cachurecos en el poder y que han convertido a la nación en un lugar tétrico y exportador de productos no tradicionales, es decir, niños, hombres y mujeres, quienes escapan como pueden de la pobreza, atraso e inseguridad en la que se encuentra inmersa estas Honduras.
Para concluir, creemos que lo interesante de la comparecencia del personaje, es que este en su perorata, nos recordaba a Cantinflas en su clásico de cine de barrio, el Si yo Fuera Diputado. Este, en plan de “Si Yo Fuera Presidente”, y ante la pregunta recurrente de qué se puede hacer para arreglar los problemas del país, respondía invariablemente: “para arreglar las cosas en este país, hay que hacer bien las cosas, haciendo bien las cosas, todo saldrá bien” (delirante humor cantinflesco en su máxima expresión). Otra pregunta recurrente fue sobre si él se lanzaría a la presidencia en un futuro cercano; la respuesta del personaje fue dejar ir un clásico de su repertorio: una sonrisa de medio lado (al mejor estilo de Pedro Navaja), para luego hacer que el silencio hablara por él (y el en sus adentros diciendo: “si pero no se lo digan a nadie”).
Villa de Sam Miguel de Real de Minas de las Heredias.
Alex Palencia es músico y productor. Miembro de Coquimbo, colectivo cultural del partido Libre.
