INCENDIANDO LA PRADERA

EGO15 junio, 2018

Por: Alex Palencia

Desde hace algunos años, Estados Unidos con una política internacional agresiva, ha venido provocando a naciones que considera enemigas con el propósito iniciar un conflicto militar de escala mundial, a pesar de haberse terminado la guerra fría y de  caer el muro de Berlín, y que en América Latina los países han renunciado a los movimientos insurgentes armado o guerrillas, embarcándose en procesos electorales, para reivindicar las luchas ciudadanas por divorciarse del avasallamiento político, social y económico de la nación del norte, que al final de cuentas, lejos de está de contribuir al desarrollo y bienestar de estos pueblo, a los cuales ha llevado por el camino del saqueo de sus limitados recursos naturales, obligando  vivir a sus habitantes, vidas miserables, bajo criterios de un sistema democrático, que solo beneficia a las oligarquías parasitarias incondicionales a los intereses geopolíticos de ese país imperial.

Ha sido el caso en Bolivia, Brasil, Argentina, Ecuador, Venezuela y últimamente, otra vez Nicaragua, quienes han pagado caro el «atrevimiento» de oponerse a los intereses hegemónicos norteamericanos en la región, quien ha conspirado junto a los países vasallos y las oligarquías nacionales contra los ya de por sí endebles procesos independentistas revolucionarios, apareciendo movimientos sociales al mero estilo de la Primaveras Árabes, creados y patrocinados por los organismos asociados a la embajada norteamericana en el mundo, la cual de alguna forma sigue manteniendo su estrategia de “Conflicto de Baja Intensidad” en la regiones en conflicto, plan puesto en marcha desde los años 80s (utilizar instrumentos y recursos no norteamericanos como: ejércitos, medios de comunicación, estructuras políticas y sociales, oligarquías, etc., para agredir a otros países indirectamente). Otras veces la agresión ha sido más directa y menos disimulada como ha sucedido en los países árabes (Irak, Libia, Yemen, Siria y Afganistán).

Estados Unidos, que desde el siglo XIX hasta llegada la mitad del siglo XX fue el líder mundial de la industrialización y la panacea del sistema capitalista en el globo terráqueo, como ejemplo de democracia, consumo y bienestar humano, creando así una cantidad de productos domésticos que hacían «más fácil» la vida de muchos humanos. Después de la segunda guerra mundial los norteamericanos se dieron cuenta pronto que la industria militar daba ganancias más elevadas y estables, que la producción en serie de refrigeradoras, automóviles, estufas, radios, consolas, calzado, jeanes, camisas, vestidos, licuadoras, lavadoras, planchadoras, carteras, lápices labiales, etc.

Mas, como bien hubiese dicho Nietzsche: “los norteamericanos se dieron cuenta pronto que crear y vender armas era un gran negocio, y que vender falsas esperanzas a través del argumento de la democracia era una idea poderosa, y con ella se abalanzaron sobre humanidad agarrándola del pescuezo”, y así; poco a poco se convirtieron en un país líder de la industria de la muerte y el terror; otros tomaron el camino que ellos abandonaron, y hoy por hoy, han terminado con la hegemonía comercial de Estados Unidos en el mundo, quienes es su locura divina de su Destino  Manifiesto, se creen con la terrorífica obligación de colonizar el planeta tierra a punta de bombazos atronadores, como dioses sacados del film de Las Guerras de Las Galaxias, superan con creces esta trilogía de ciencia ficción, pues en ella no miramos niños, niñas, mujeres, hombres y ancianos mutilados, descuartizados, en todo caso con el terror dibujado en sus rostros, imágenes que recorren el mundo a través de los medios masivos de comunicación, y las cuales no encontramos adjetivos calificativos para nombrarlas.

Definitivamente la tercera guerra mundial está a la vuelta de la esquina, muchos signos la avizoran y seguro nos agarrara con los pantalones en la mano. Esta guerra conveniente al interés estadounidense se basa en el pensamiento de Maquiavelo “el fin justifica los medios”.

Tiene como objetivos:

a) detener la vertiginosa carrera industrial de China, la cual ha desplazado a Estado Unidos;

b) eliminar “población indeseable” en regiones como: Centroamérica, Europa Oriental, Asia Menor y África.

C) empujar su industria armamentista hacia nuevos niveles de producción, reacomodar su deprimida economía y su comprometido bienestar.

D) a través de un nuevo foro internacional, con las naciones guerristas que queden, repartirse el globo terráqueo: esto es tuyo, esto es mío; tuyo, mío, mío y mío.

Y así; como el ave Fénix, surgir sobre la sangre y carne de miles y miles de humanos; ni la madre tierra se escapará de tal genocidio, cientos de años le faltaran para producir aire puro, sino es que antes desaparezca, como uno o mil hongos gigantescos.

Por suerte, los adversarios políticos y militares de los Estados Unidos no han caído hasta hoy en la trampa de las provocaciones estadounidense (Rusia, China, Corea del Norte, Irán, Cuba y Venezuela), mientras tanto los mercenarios y piratas gringos siguen incendiando la pradera.        

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