VICEPRESIDENTES DE LA APH Y UD DEJAN CURULES EN LA JUNTA DIRECTIVA

En la víspera de la elección del nuevo Fiscal General, marcada por una serie de movimientos políticos dentro del Congreso Nacional y que en su mayor parte han realizado las bancadas mayoritarias, este pasado martes los diputados de la Alianza Patriótica Hondureña que integran la junta directiva -en la segunda vicepresidencia, el jefe de bancada Denis Castro Bobadilla, y en la tercera vicepresidencia el diputado Bernardo Medina Yllescas-, acompañados también por el cuarto vicepresidente y único diputado del partido Unificación Democrática, Mario Villafranca, han abandonado sus curules en la junta directiva en protesta.

La razón que los diputados ofrecieron para este despliegue es la solidaridad entre diputados, según expresó Bernardo Medina Yllescas.  «Vale la pena recalcar que decidimos hacer este acto de solidaridad demostrando que aquí en el Congreso Nacional todos somos iguales. Debemos de respetarnos por igual, debemos de hacernos valer por igual, y que lo mismo da estar en la junta directiva que estar en un curul.  Para que un proyecto pase se necesitan votos. Es la gente que el pueblo eligió, hay que escucharlos. No podemos quitarle la palabra a nadie. Esta es una muestra de solidaridad donde estamos demostrando igualdad. Creo que nunca nadie en la junta directiva había hecho esto,» afirmó en entrevista con El Pulso el diputado Yllescas.

Bernardo Yllescas

La coyuntura en la que la representación de los vicepresidentes ocurre, sin embargo, es peculiar. El Congreso Nacional se encuentra a las puertas de la primera votación complicada desde la instalación de la junta directiva, en la que los votos necesarios para aprobar la actual conformación fueron negociados fuera del hemiciclo y la instalación se resolvió en menos de una hora. La aprobación de los proyectos más controversiales en los últimos cinco meses, como las reformas a la Ley de Privación de Dominio -introducidas como proyecto por el vicepresidente Castro Bobadilla-, han tenido amplios debates, pero la correlación de fuerzas, ya sea por la ausencia estratégica de los diputados de la oposición o por los apoyos que ha cultivado el oficialismo en bancadas como Alianza Patriótica Hondureña, Unificación Democrática, Democracia Cristiana y algunos diputados del Partido Liberal no han significado mayores retos a la hora de las votaciones. Éste no es el caso con la elección del nuevo Fiscal General de la república, donde las fuerzas más poderosas que inciden en la votación no se encuentran del todo en el hemiciclo.

El abandono de los curules en la junta directiva por parte de los diputados de APH y UD tiene un cariz de amenaza y de presión para obtener cuotas de poder en el proceso de elección por venir. En un primer momento, el rumor que se esparció en el legislativo fue que los diputados antes mencionados renunciarían a sus posiciones en la directiva, lo que generaría una situación irregular en el Congreso Nacional, particularmente a nivel mediático. No obstante, según el artículo 20 de la Ley Orgánica del Congreso Nacional, la junta directiva debe estar conformada por seis vicepresidencias. Actualmente, con los diputados de Alianza Patriótica Hondureña y Unificación Democrática, existen siete vicepresidencias y cuatro vicepresidencias alternas. Además, el artículo 23 de la misma ley establece que ante la ausencia definitiva de un miembro de la junta directiva, será el pleno quien elija el reemplazo del miembro en cuestión. Partiendo de la ley, la amenaza de renuncia de los vicepresidentes de la APH y UD no tendría ninguna efectividad.

«No es cierto, ninguno de nosotros ha renunciado. Si la junta directiva nos pide la renuncia, si el congreso nos pide la renuncia no hay problema, nosotros renunciamos. Si todos votan porque ya no seamos vicepresidentes no hay ningún problema. A mí me da igual servir en la junta directiva, pero también servimos abajo. ¿Cuál es la diferencia? Aquí todos somos iguales. Los votos valen por igual,» manifestó el diputado Bernardo Medina Yllescas al ser consultado por el rumor de las renuncias.

Mario Villafranca Denis Castro Bobadilla

Sin embargo, pese al discurso del parlamentario, existen claros privilegios para los integrantes de la junta directiva del Congreso Nacional. El primero de ellos es el salario. Según el reporte de rendición de cuentas publicado por la Oficina de Transparencia del legislativo, en el mes de Marzo del presente año las cuatro primeras vicepresidencias devengaban un salario de L.70,500, superior al salario de L.67,500 que percibían el resto de las vicepresidencias y al salario de L.55,000 de los diputados propietarios. La primera vicepresidencia es ocupada por el diputado nacionalista Antonio Rivera Callejas; la segunda, por el diputado Denis Castro Bobadilla; la tercera, por el diputado Bernardo Medina Yllescas; y la cuarta la ocupa el diputado udeísta Mario Noé Villafranca. Tras el aumento del 100% consensuado entre jefes de bancada, el salario actual de los cuatro primeros vicepresidentes se estima en L.141,000.

A la luz de lo anterior, la presión que los vicepresidentes intentan ejercer sobre la junta directiva en el legislativo tiene que ver con la obtención de cuotas de poder que van más allá de lo acordado en el hemiciclo. El discurso del diputado Medina Yllescas lo evidencia cuando coloca el énfasis en la importancia de los votos para llegar a la concreción de proyectos, y en este caso, dada la cercanía de los eventos, con la elección del Fiscal General.

Las diferentes fuerzas políticas que buscan ubicar un candidato afín en la silla del Ministerio Público -sin tomar en cuenta los intereses que desde fuera del parlamento ejercen su influencia- comienzan a mostrar sus intereses e intransigencias, lo que probablemente nos lleve a un escenario de votación estancada, que podría alargar la gestión de Óscar Chinchilla, actual titular de la Fiscalía, al no poder vacar de su puesto por ley.

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