Cuando el ex mariscal de campo de los 49ers de San Francisco, Colin Kaepernick, se arrodilló durante el himno nacional en agosto de 2016, fue en protesta por los injustos asesinatos policiales de estadounidenses negros.
Por su coraje, Kaepernick perdió su trabajo, la Liga Nacional de Fútbol (NFL por sis siglas en inglés) prohibió la acción pacífica, y mientras tanto, al menos 378 estadounidenses negros han perdido la vida en los homicidios policiales.
La estimación más reciente de afroamericanos víctimas de la violencia policial proviene de datos compilados por The Washington Post y analizados por HuffPost.
En total, 3.357 personas han sido asesinadas a tiros por la policía desde 2015, según los datos del Post.
Los números aparecen después de que la NFL anunciara su decisión de prohibir a sus jugadores arrodillarse durante el himno nacional. La liga ahora puede multar a los equipos que participan en las protestas, con el castigo de los jugadores individuales que quedan en manos de su equipo.
En una declaración, el comisionado de la NFL, Roger Goodell, dijo que «las protestas en el campo crearon una falsa percepción entre muchos de que miles de jugadores de la NFL no eran patrióticos».
Los sondeos han demostrado que las opiniones sobre las protestas de la NFL están profundamente polarizadas, pero la mayoría de los estadounidenses encuestados el otoño pasado dijeron que creían que los jugadores protestaban contra la violencia policial, no contra la bandera estadounidense. Kaepernick también dejó en claro que protestaba contra el racismo, la violencia policial y la desigualdad.
Sin embargo, el presidente Donald Trump calificó las protestas como una «total falta de respeto a nuestra herencia» y «una total falta de respeto a todo lo que representamos».
Trump incluso sugirió que los jugadores que protestaban deberían abandonar el país.
«Tienes que estar orgulloso del Himno Nacional o no deberías estar jugando», dijo Trump. «No deberías estar allí. Quizás no deberías estar en el país «.
Trump también dijo que le gustaría que los dueños de la NFL digan, «saca a ese hijo de perra del campo en este momento, está despedido» si un jugador protesta.
A pesar de la virulencia, Kaepernick contactó a los veteranos para asegurarse de que sus protestas fueran respetuosas. Inicialmente, el ex mariscal de campo pensaba en no asistir al himno nacional, pero el ex Boina Verde Nate Boyer lo persuadió para que se arrodillara.
Una persona asesinada por la policía desde que Kaepernick comenzó a protestar fue Stephon Clark, de 22 años, quien recibió 20 disparos en su contra por dos policías en Sacramento, California, a principios de este año. Estaba armado solo con un teléfono celular.
Clark merecía más que ser otra estadística. Pero a la NFL no parece importarle eso.
Fuente: huffingtonpost.com
Traducción al español de El Pulso.
