Como predijeron las encuestas, el electorado salvadoreño castigó al partido gobernante Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN), otorgando una importante victoria a la oposición, el partido ARENA, y dando una sorprendente derrota al presidente salvadoreño Sánchez Cerén.
Las elecciones legislativas y municipales del domingo 4 de marzo se caracterizaron por una importante abstención electoral, con una participación del 45.8% de los votantes registrados; la cifra representa la menor participación electoral desde 2009.
Si bien los resultados finales se reflejarán en las próximas 48 horas, las papeletas contadas hasta el momento indican una tendencia irreversible, en la cual ARENA está dominando por un amplio margen en la elección de los diputados, duplicando los votos del FMLN.
El partido de la oposición también ganó los principales municipios del país, incluida la alcaldía de la ciudad más grande del país, San Salvador, que había sido retenida durante años por el partido gobernante. El ganador fue Ernesto Luis Muyshondt García Prieto de ARENA.
Los resultados preliminares, que fueron transmitidos en vivo por el Tribunal Supremo Electoral (TSE), dieron la victoria a ARENA en nueve de los catorce departamentos de El Salvador.
Mientras que la Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) se aseguró un fuerte primer lugar, otros dos partidos de derecha se ubicaron en tercer y cuarto lugar: Gran Alianza para la Unidad Nacional (GANA) y el Partido de la Concertación Nacional (PCN).
Según los datos oficiales, se espera que ARENA crezca de 35 diputados a entre 37 y 39 diputados. Se espera que el FMLN pierda entre 7 y 9 de sus 31 diputados. Se espera que GANA mantenga su posición actual, con entre 10 y 12 diputados, frente a los actuales 11, y el PCN aumentará su representación de 6 a 7 u 8. Los partidos conservadores pueden llegar a tener hasta 59 de los 84 escaños.
El partido gobernante FMLN ha reconocido su derrota electoral. El Secretario de Comunicaciones de la Presidencia, Eugenio Chicas, dijo, durante una entrevista televisiva, que el FMLN entendió «el mensaje del electorado y está tomando notas para ver dónde es necesario mejorar».
Las elecciones de este domingo fueron clave para el gobierno de Sánchez Cerén porque estaba en juego su estabilidad política; de hecho, muchos analistas consideraron que dichas elecciones equivalían a una especie de «referéndum» contra el actual presidente.
Sánchez Cerén, del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), ha gobernado al adherirse a los principios de la economía de libre mercado, pero no ha ocultado su simpatía por los gobiernos de Nicolás Maduro en Venezuela y Daniel Ortega en Nicaragua. De hecho, fue uno de los pocos presidentes en la región o en el mundo que felicitó a Ortega por su «triunfo» electoral en noviembre, lo que generó una considerable controversia sobre las denuncias de fraude electoral.
Asdrúbal Vargas, Director de Asuntos Públicos de CLC GLOBAL y Coordinador de Juventud de la Alianza para América Central, dijo al PanAm Post que estos resultados obligarán a Sánchez Cerén a trabajar para lograr un gobierno de consenso, ya que su partido se encuentra debilitado significativamente en el poder legislativo .
Por su parte, Eduardo Escobar, coordinador del Centro de Monitoreo de Transparencia Ciudadana y Democracia, le dijo al PanAm Post que en base a los resultados preliminares, el escenario político para el último año del mandato de Sánchez Cerén ha cambiado.
Ahora gobernar será más difícil, y el partido gobernante enfrenta un camino incierto mientras intentan aferrarse a la presidencia.
«De lo que estamos hablando es de la posibilidad de que si ARENA puede ganar las elecciones presidenciales de 2019, el gobierno ahora tendrá una asamblea legislativa a su favor», señaló.
La izquierda salvadoreña enfrentará dificultades significativas para frustrar la agenda legislativa de ARENA.