INFORME DE TRANSPARENCIA INTERNACIONAL: ¿EVALÚA REALMENTE LA CORRUPCIÓN EN LOS PAISES?

ALG22 febrero, 2018

Transparencia Internacional presentó ayer su informe anual global sobre la percepción de corrupción del sector público. Pese a algunas excepciones, (Uruguay y Chile), TI informa que Latinoamérica sigue en niveles críticos. En la tabla de 180 naciones, la peor calificada según el índice es Venezuela en el puesto 169 con un puntaje de 18. Le siguen Haití, Nicaragua y Guatemala. Honduras se ubica en el ranking 135 de 180 países en el nivel de percepción de corrupción con un índice de 29 puntos, reduciendo su nivel de manera constante desde 2015, cuando salió a la luz pública el escándalo del desfalco del IHSS y se inició el movimiento de las antorchas.

La organización alemana, Transparencia Internacional, reveló su más reciente informe sobre la percepción de corrupción para el año 2017. El índice se calcula de 0 a 100, respectivamente de altamente corrupto a muy transparente y se establece gracias a expertos y actores del sector privado y su apreciación de la transparencia de lo público. En un panel de 180 países, los mejores alumnos son Nueva Zelanda, Dinamarca y Finlandia mientras que los peores son Somalia, Sudán del Sur y Siria.

Hay que dejar algo claro, antes de explorar los hallazgos presentados en el informe de TI, que el informe refleja distintas encuestas basadas principalmente en el análisis de expertos y ejecutivos de cada región. Eso porque la corrupción no se puede medir. Los datos que usa TI provienen de varias fuentes distintas con metodologías que varían por países y años.

Evalúa la percepción de corrupción, no la corrupción.

La corrupción generalmente comprende actividades ilegales, que se ocultan deliberadamente y solo salen a la luz a través de escándalos, investigaciones o enjuiciamientos. No existe una forma significativa de evaluar los niveles absolutos de corrupción en países o territorios sobre la base de datos empíricos duros. Posibles intentos de hacerlo, como comparar los sobornos informados, el número de enjuiciamientos presentados o el estudio de casos judiciales directamente relacionados con la corrupción, no pueden tomarse como indicadores definitivos de niveles de corrupción, sino que muestran cuán efectivos son los fiscales, los tribunales o los medios de comunicación para investigar y exponer la corrupción.

En su misma web, la organización pro-transparencia reconoce que «debido a la actualización de la metodología, las puntuaciones del IPC antes de 2012 no resultan comparables en el tiempo».

El índice se elabora al agregar las encuestas de percepción de la corrupción realizadas por 13 organizaciones distintas. Entre ellas está el Banco Mundial, el Banco Africano de Desarrollo, el Foro Económico Mundial y otras consultoras internacionales. Cada una de ellas hace un estudio sobre percepción de la corrupción utilizando su propia metodología y después Transparencia Internacional los agrega en un solo índice «estandarizando las fuentes en una escala de 0 a 100».

Ahora, con el informe:

Transparencia Internacional lamenta que las mejoras sean muy sensibles o inexistentes, de hecho, resalta que los dos tercios de los países no superan el puntaje 50, lo cual corresponde a niveles altos de corrupción y que el promedio global sea solamente de 43. Denuncia también que “los activistas y los periodistas en los países corruptos arriesgan diariamente sus vidas por el hecho de denunciar”. Transparencia avanza la cifra que al menos 1 periodista es asesinado por semana en un país altamente corrupto.

El informe revela que la percepción de la corrupción en el sector público en los países latinoamericanos sigue muy alta a pesar de ciertos avances. La organización resalta la creación de legislaciones fuertes, como en Chile, y la investigación a altos personajes de poder como en Ecuador y Perú. No obstante, estos avances no son generalizados y “no constituyen políticas integrales que aborden las causas históricas y estructurales de la corrupción en la región”, argumenta la ONG.

En la tabla de 180 naciones, la peor calificada según el índice es Venezuela en el puesto 169 con un puntaje de 18. Le siguen Haití, Nicaragua y Guatemala entre los peores calificados sobre la percepción de corrupción.

Otros países como Paraguay, México, Honduras, Ecuador y Bolivia obtuvieron una calificación entre 29 y 33, muy alejada a la mejor calificada de todo el continente americano: Canadá, con 82 de puntaje en transparencia y un honroso octavo lugar en el ranking mundial.

Uruguay figura con un puntaje de 70, Chile, 67, Costa Rica, 59, y Cuba 47. En tanto Argentina, 39, mientras Brasil, Colombia, Panamá y Perú, con 37.

La voluntad política acerca de la lucha anticorrupción sufre de variaciones importantes entre países y eso podría explicar en parte el estancamiento de la región. Los países que consideran esta cuestión como prioritaria y actúan con un aparato legislativo eficaz, basado “mediante el consenso y la participación política”, logran mejorar sus puntuaciones rápidamente.

Mientras tanto, los países que no consideran este tema como prioritario empeoran cada año, revela el análisis. Transparencia Internacional recomienda que se apliquen cambios de fondo sobre el “financiamiento de la política, de las contrataciones públicas y del fortalecimiento de instituciones jurídicas independientes” para que se puedan notar cambios reales.

Todo esto para decir, que si un país tiene altos niveles de percepción de corrupción, no necesariamente corresponde a la realidad del problema, sino a la forma como los medios lo retratan, escándalos recientes, procesos llevados en contra de funcionarios o campañas mediáticas, más que a la corrupción en sí.

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